21.2.09

Demasiadas coincidencias, como para no creer, parte tres.

Por la mañana, todavía no podía creer que había conversado con ella, con Camila. Era casi como conocer a tu estrella de rock favorita, bueno si es que te quisieras casar y regalar una jauría de perros labradores a esa estrella de rock. Es que era tan simple, tan bonita y esos ojos verdes, ¡por Dios! ¿Cómo ser ateo si ante mi tenía a un ángel? Es imposible. "¿Y? ¿Qué pasó ayer con Camila?" Me pregunto Claudio, ansioso por una respuesta. "¿Te la agarraste?" "¿Qué crees tú?", le pregunté. "Bueno, no, pero ¿La conociste? ¿Quedaron en algo?" Le dije que no, porque no quería armar mayor alboroto por haber quedado de juntarme con ella, para ir al persa Bío Bío a comprar música.
Nos juntamos un Sábado por la mañana. Me acordaba de la única vez que había ido al persa, con mi hermano, pero ya de eso habían pasado años. Camila iba seguido, el último vinilo que había comprado era del disco "De stijl", de "The White Stripes". Le pude conversar de como "Meg White", baterista del grupo, se había convertido en mi primer "amor" (es ridículo decir cosas así a la persona que te gusta, pero cuando me dan confianza, soy un idiota).



Que siempre me gustaros los "Stripes" y que ir a su concierto en Santiago fue increíble, a pesar de los 39° de fiebre y la faringoamigdalitis. Como esto es mi vida, claramente ella también había ido a ese concierto. "Viste como Jack siguió tocando cuando se le rompieron 2 cuerdas", le dije con una sonrisa en la cara (¿Dónde más?). Ella me confirmó con la cabeza, un tanto sonrojada.
La verdad me sentía en una encrucijada. Yo nunca había tenido reales amistades femeninas, es decir, una que otra mujer que me hablaba por msn y que luego quería juntarse conmigo porque le parecía maravilloso (curiosa la vida que después de juntarse, no quisieran repetirlo). Pero una amiga "ven a acompañarme que me siento mal", nunca había tenido. Y conocer a Camila, que me gustaba, de las dos formas, era como un parto (aclarando, claro está, que esto era mucho más difícil que un simple parto). No quería ser su amigo, pero a la vez no quería perder su amistad, extraño.
Pero ¿Cómo salia de la zona de amigos? Primero, ¿Qué es la zona de amigos? Se los explicaré, en unas cuantas líneas. Las mujeres, cuando conocen a un hombre, saben de inmediato, si van a querer una relación física con ese hombre, tan rápido como la velocidad de la luz "Hola, me llamo Flo...¿Por qué me estás oliendo?" y quizás, casi tan rápido quien va a ser sólo un conocido. Pero cuando eres semi interesante y no una mierda de persona, te conviertes en un amigo. Para ellas, te has feminizado, has perdido toda tu diferenciación sexual hacia un hombre, su órgano vómero-nasal no se activa contigo y simplemente, por tener unos cuantos sentimientos bondadosos, pasas a ser su "mejor amigo" (no sé porque me lo han dicho tantas veces y todavía no tengo un premio honorario, creo que me lo merezco). En fin, el punto es que para ellas no eres un hombre, eres su "amigui", al que ella le cuenta de todo, secretos íntimos, al que le da abrazos sin esperar respuestas hormonales de tu parte y que bueno, pasas a ser un parámetro de hombre para ella, sólo que más atractivo, en todo sentido. Porque hay que decirlo, por muy buena persona que se sea, si se tuviese un auto del año y un cuerpo trabajado, jamás serían amigos, pero en fin. Esa es la zona de amigos y yo no quería estar en ella con Camila, porque aunque me gustaba su forma de ser, nunca había conocido a nadie como ella, sólo la conocía hace una semana y como mi experiencia me lo había dicho, las amistades entre géneros, son desechables, tenía que transformar esta relación en algo retornable, en algo trascendente.
¿En qué piensas Floripondio?" "Eee, en nada, nada..." "¿Te puedo comentar algo?" "Dime Camila" "Me agradas mucho" En eso sonó su celular "Aló hola, si sip, bien y ¿tú? Estoy con un amigo en el Persa, como no me quisiste acompañar. No, no lo conoces, es de la Pastoral. Bueno, sí sí, nos vemos en la tarde. Chao, que estés bien. Yo también te quiero" "Mm, ¿Tu madre está preocupada por ti Camila?", (aunque la triste respuesta, ya me la imaginaba). "No, no, era Jorge, mi pololo"



Si les digo que realmente escuche un sonido de corazón quebrándose, no estoy exagerando (en realidad, estábamos al lado de una carnicería y el sonido era de huesos de pollo). "El enemigo", dije refunfuñando. "¿Dijiste algo Floripondio?" "No, nada, sigamos viendo música", la tomé de la mano y pensé "Que comience la batalla".

Intenciones escondidas.

Creo que debo haber escrito esto mil veces, pero siempre es bueno ser repetitivo ¿O era al revés? En fin. La cosa es que una de las cosas que más me molestan (que al parecer son muchas) es que me hablen, hablo de las féminas, para pedirme algo. No es que sea poco generoso, pero sino porque lo disfrazan como si fueran las mejores agentes secretos del servicio británico de inteligencia. ¿Para que? ¿Para que alargar una conversación que se podía haber acabado en cuatro lineas? "Hola, tanto tiempo ¿Cómo has estado? ¿Qué ha sido de ti? Sipo, llevamos mucho tiempo sin hablar, bla bla bla Oye, me preguntaba si te sabes el teléfono de tu mejor amigo (más encima hacen preguntas completamente idiotas y obvias). Ah bueno, que estés bien" y luego de tortuosos 20 minutos en que estuve que estar pendiente del maldito msn, no pude ver un capítulo de House o simplemente no tuve mi divina tranquilidad para ver el techo ¿Todo para que? Para que por millonésima vez, oculten el hecho de una manipulación. Insisto, no es necesario ser manipuladora conmigo, dado que me doy cuenta y pierde la gracia. No necesito un ramo de rosas para que me lleven a la cama, es cosa que me digan "¿Quieres dormir conmigo?" (analogía con los favores, obvio). En términos de favores, soy fácil. Es cosa de pedirlos, sólo que sin manipulación, dado que esto último es igual a que te diga que no, siempre y sin excepción. En todo caso, todavía me parece decepcionante, que tras 8 años de contacto femenino, todavía no haya conocido a ninguna que sólo te salude por saludar o que por último te haga la ley del hielo, eso me parece más real y rescatable.

20.2.09

Las películas que tienen que ver sí o sí.



Los quiebres amorosos son lo peor del mundo, preferiría que una patada en los testículos marcara el final de una relación y no palabras. Pero son parte de la vida, al igual que lo son las malas relaciones, la muerte y los cochayullos. Y al final, nada es perfecto. Y así es el amor. Por eso, una comedia romántica perfecta, es aquella en que las cosas no son perfectas, tu novia no es virgen, tu relación no está libre de quiebres y ella no es tu primera novia. Pero la quieres, hasta las patas. Tanto, que lo feo y horrible de quiebre, que ella se esté acostando con otros, te da lo mismo y dejas tu orgullo guardado en el closet, junto con un par de tus amigos. Y eso es lo bueno de "Alta Fidelidad", además de ser una de las pocas películas bien traducidas.

Top 5.



Debo admitir que el que yo haga lista de las 10 mejores cosas de algo x, es debido a esta película, sólo que yo sabía que cinco era muy poco. El protagonista, dueño de una tienda de música, pero de la buena, no reggeton, sino que rock de los 70 y 80, vinilos, el mejor pop y las primeras bandas punk. Una tienda de música que todavía, sólo vende música y no comida, electrodomésticos, suscripciones a revistas de adolescentes, etc. Antes era dj y así fue como conoció a su última ex polola, con la que había pasado los últimos años, hasta que, bueno, terminaron. Y ella se metió con el vecino irritante de él, es decir, había un plus para odiarla (no estoy contando nada de otro mundo). Es así como entra en el mundo que todos los que hemos pasado por un quiebre amoroso entramos, analizar todas nuestras otras relaciones, los porque de los quiebres y si es que, en realidad, el desperfecto está en uno y no en los demás. Y a punta de anteojos, sacado la antigua libreta de números telefónicos, dado que en ese tiempo no estaba de moda el celular, comienza a comunicarse con todas sus ex novias. Al final, como en la vida, aunque su ex, se haya metido con el odioso de su vecino, a pesar de la imagen en su cabeza de ellos dos teniendo sexo, a pesar de que conoció a otras mujeres en el trayecto, e insisto, como en la vida, se da cuenta que ella es la mujer para él. Le gusta su olor, el como se ríe, la forma en que se duerme, la manera en que se tira sus malditos gases en la cama, todo y bueno, eso es amor y si echas de menos eso, es que estuviste enamorado, maldita sea. El problema, que como todos, tiene problemas de compromiso (él) y bueno, ella quiere comprometerse con alguien o hacia algo, de nuevo, la imperfección presente. Por eso esta película es mi preferida, es mi top 1, dado que es demasiado imperfecta como para no atraparse y decir "Wn, esta película me identifica", porque no sólo yo siento eso, sino que todo desadaptado que la vea y bueno, quizás todo "adaptado". Aparte, ninguna película con Jack Black es mala, a excepción, claro está, de "Nacho libre". Como dato freak, fue en esta película cuando la cultura gringa se dio cuenta de los dotes vocales de Jack Black y de que este "gordo gracioso", en realidad, tenía una voz privilegiada. Yo por mi parte ya me había dado cuenta, varios años atrás, pero no los culpo, yo veo demasiado televisión, cuando los demás viven sus vidas.

No deseo enamorarme.

"Tengo ganas de enamorarme", me decía un amigo entre copas. "La verdad, nunca he sentido amor por una mina", me seguía diciendo. "La verdad, yo tampoco", le repliqué, pero no sé porque no tengo las mismas ganas que tú de enamorarme. Entrar al terreno de lo irracional y de hacer cosas estúpidas, argumentando mejores cosas "En la guerra y el amor, se vale todo", eso es casi correcto, porque incluso en la guerra, hay reglas y tratados internacionales que se deben cumplir. ¿Hay tratados internacionales sobre el amor? Cosas como: -Bueno, si él o ella te compran algo que tú siempre quisiste y tu no estás encariñado/a, debes devolverlo y terminar la relación, de inmediato. O si estás de la mano y pasa una persona que te gusta más, puedes cambiar y darle la mano a esa persona (eso se tomará inmediatamente como el quiebre de la relación, así sería más fácil). Pero no, el amor es tan complicado, porque nosotros lo hacemos complicado, que ni siquiera supera a la guerra, en términos de reglamentos, por lo que el dicho sería "En el amor se vale todo" y nadie te encarcelará por ello. Pero aún así no tengo ganas de enamorarme, no a regañadientes, escapando a 100 km/hora de enamorarme, pero no pienso en ello como un deseo. Me pregunto si eso me hará un bicho raro, es casi como rechazar chocolates en la calle "¿Quieres chocolates?" "No viejo, vale, no tengo plata" "Hombre, son gratis" "No, es que ya comí" "Te hace adelgazar" "No, vale" "Hombre ¿Qué te pasa?", me diría. Conversando y conversando, no lo sé. Pero me imagino que si hay gente que sólo necesita amor en la vida, como Lennon, también tiene que existir una contra parte o en su defecto, alguien que no se muera por enamorarse. Aunque es super raro que esa misma persona, o sea yo, sea un romántico empedernido.

Las muchachas de Salado.



"Salado (en su defecto sería mejor "mi amor") ¿Vamos a jugar tenis?" Oh, que sería linda la vida si ella me dijera algo así, es decir, la vida ya es linda, persé, pero digamos que en ese minuto me derretiría o relajaría todos los esfínteres, ojalá no en frente de ella.
Yo siempre he sido un tipo idealista, no lo niego. Y dentro de mi idealismos, claramente he idealizado a las mujeres, para mi, ya seres mitológicos, pero lindos a la vista, demasiado bellas, para tan livianas o crueles mentes (no todas, obvio). En esta idealización, ya he mencionado lo mucho que me gustan ciertas características, a nivel general de la humanidad, pero en mis parejas, o blancos de mis baboserías, mejor dicho. Y debo decir que el deporte es una de las más importantes. Nunca he conocido a una mujer deportista. Si he conocido a varias que van al gimnasio, pero no son comparables. Sería como comparar al mejor del curso de un liceo municipal con el mejor del curso en Harvard. Hablo de una mujer profesional, que goce del deporte y que entienda mi vigoréxica forma de ser. Que no me venga con "Salado, ¿Por qué haces tanto ejercicio? Vamos al cine" No, sino que me diga "Creo que te falta un poco de entrenamiento. Que me humille y quizás se ría un poco de mi. Si eso no es amor, no sé que lo será. Y Daniela Hantuchova es mi parámetro.



Esta tenista no es la mejor de la WTA (la liga de tenis profesional femenino), pero si es una de las mejores 50. Y una de las 10 más bonitas, claro está. Pero no sé si es porque soy muy rayado, que me encantaría acompañarla a comprarse una raqueta, en nuestros tiempos libres o poder jugar unas mesas de pin pon. Y que en nuestros fines de semana, entrenemos jugando tenis. Bueno, que ella me patee el trasero, pero insisto, sería genial. Por vez primera, el acompañar a "vitrinear" a una fémina, sería entretenido para ambos miembros de la relación. Y eso es impagable. Haríamos las mismas cosas que en una relación normal, pero tendría mi preciado deporte y no engordaría 8 toneladas por intoxicación por helados del Bravísimo.

alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5304954558729223490" />

Sobre las conversaciones.

Una de las cosas que más me gusta es conversar. Hablar, hablar y hablar, acompañado de un rico vaso de Coca Cola con hielo y un cigarro de chocolate. Pero cuando no tienes a quien hablarle, tienes que recurrir a un computador o a una hoja e inmediatamente te transformas en escritor, cuando de literatura sabes menos que un niño de sexto básico y has leído medio libro en tu vida. Me acuerdo que mi abuelo me contaba de sus tertulias, ya hace varias décadas atrás, en el club de caballeros. Y aunque claro, dejando lo romántico de lado, esos lugares tienen que haber sido cunas del alcohol y quizás de que otras cosas, al menos, a lo menos, se podía conversar. Y llegar a tu casa a dormir, no a pensar, no a pasar horas y horas conversando, contigo mismo. Pero actualmente, ya a nadie le gusta hablar. Es decir, puedo conversar, pero algo como "Échale dos hielos a mi piscola no más compadre", pero no puedo hablar de la inquietud que tengo sobre la teoría económica del gobierno de Obama. Y no porque sea un "snob" o me haga el inteligente, sino que porque realmente no tengo idea y me gustaría saber. Para esos son las conversaciones, para aprender. Y el conocimiento lo es todo, sino ¿En que ocuparía el 10% de mi cerebro? Ni hablar de las conversaciones ínter género. Porque de partida ya es difícil que alguna fémina hable conmigo. Pero realmente, me he dado cuenta, que cuando lo hacen, no es que quieran hablar conmigo, sino que quieren algo de mí, ya sea carnal, material, no sé si espiritual, pero algo. Y al final, obvio que termino aburriendo "Cállate y dame un beso", me dicen. "Pero ¿Qué pasó con tu comentario de la última película de Tarantino. ¿Por qué te vas?" y se va pues, se va. Entonces, tampoco creo que la solución sea ir yo a un club de caballeros y ser el único veinteañero entre un grupo de viejos decrépitos, jubilados y que ni siquiera son veteranos de guerra, como en Estados Unidos. No hay anécdotas de sangre y explosiones (¿Qué sería el mundo sin ellas?), nada. Pero si te pueden conversar harto de sus medicamentos para la diabetes. Al final, creo que llegué a la conclusión de que eso era como lo único bueno de una relación amorosa, el que alguien te escuchara, por último por obligación moral por estar usurpando de tu dinero y buenas intenciones, pero te escuchaban. No había contra argumento, pero eso sería lo ideal, hay que conformarse, en cierto punto, en ciertas cosas.

Las películas que tienen que ver sí o sí.



Todos tenemos peleas con nosotros mismos. De hecho, incluso hemos llegado a querer eliminarnos (bueno, quizás no todos). Pero si a caernos muy mal, a desagradarnos y a preguntarnos el porque cresta dejamos que todo llegara a ser como es, es decir, así de aburrido, por decirlo de alguna manera. Bueno, esto sobre todo cuando se es solitario y no se tiene nada que hacer. Claramente no estoy pensando en lo mucho que me odio cuando estoy saltando de un avión a 13 mil pies, en paracaídas o cuando llega "Anna Kournikova" a mi casa, debido a que me vio jugando tenis y quiere casarse conmigo. En esos momentos, no piensas, pero si cuando estás aburrido, que básicamente es la mayoría del tiempo y eso le pasa a la mayoría de las personas.

Primera regla del club de la pelea "Todos tenemos varias personalidades".

Así me decía mi psicólogo cuando yo le contaba que creía tener unas 17 de aquellas. Pero claro, llegar a separarlas y no darte cuenta que son invenciones de un ser principal, de un yo, es otra cosa. Y quizás eso es lo bueno de El club de la pelea.



Bueno eso y que hay mucha sangre, golpes y violencia sin razón. Porque todos queremos golpear a alguien, más de unos segundos al día. Nos ponemos a pensar lo rico que sería la paliza, sonreímos y luego alguien nos dice "¿Oye, te pasa algo?" y tu con sonrisa malvada de mago quedas como "No, nada. Pensaba en un plan para derrotar la hambruna mundial". Todos hemos querido golpear a alguien, eso no nos hace violentos, nos hace humanos. Hombres, mujeres, niños. De hecho no me cabe duda que mi sobrino, mis sobrinos, las criaturas más tiernas de este maldito planeta, también han querido golpear a alguien (aparte de a mi, en mis gónadas). Pero ¿Qué querían? Evolucionamos de salvajes, acaso ¿Quieren que se nos antoje tomar un te cada vez que estamos enojados? Sería lucrativo para el señor te club.
El club de la pelea te habla de lo aburrida que es la vida, cuando te rindes, cuando la rutina ha ganado. No habló de que en toda la vida uno tenga que estar saltando como adicto a las drogas con síndrome de deprivación, pero si, que en algún momentos, se tenga aventura. No sé, robarse un helado de un supermercado o al menos correr por todo el minimarket hasta llegar a la caja a pagarlo. Pero ¿Qué tan aburrida es la vida? Bueno, tanto, que una de esas personalidades, se escapa de tu "yo" y se transforma en tu nuevo "mejor amigo". Y que como todos los amigos de las personas solitarias, en realidad, no es tu primera opción. Demonios, ni siquiera es una opción. Pero ya estas saliendo, carretiando, llendo a prostíbulos y casas de niñas de poca ropa. Pero que al final de cuentas, lo pasas bien igual. Y que como toda buena película, ocupando toda la sangre como paréntesis o comillas, en realidad, te deja un mensaje, para la vida "Siempre hay un momento para cambiar y vivir la vida", al menos la poca que te queda. Puede que el club de la pelea suene como una película llena de testosterona, pero creo que seria equivocarse de hormona. El club de la pelea esta llena de Adrenalina, casi como si nosotros fuéramos Edward Norton. Y por eso es una gran película.

19.2.09

Sobre la consecuencia.

"No tomes", me decía mi padre, luego de contarme cuando manejaba su moto con las piernas, alcoholizado por las calles de La Serena. "Bueno, no es muy buen ejemplo", me decía a mi mismo, pero de cierta forma, ¿Quien mejor que la persona que comete el error quien te diga que no lo hagas? Porque al final, yo siempre he premiado la consecuencia y más allá de eso, la verdad. Y yo no le mentiría a alguien diciéndole "El alcohol te mata, por eso yo tomo agua, pero sin gas, ya que el gas también te mata" No, yo diría "El alcohol mata, a pesar de eso, tomo" No me gusta su sabor, siempre va a ser mil veces más rica una coca cola con hielo sola, pero si me gusta lo que me provoca. Aparte, como lo inmortalizó el amigo de un amigo (lo que lo haría como un primo, en términos de amistad) "El copete se te acaba en un rato, pero la Hepatitis es por siempre" y la verdad, eso gráfica todo. Ten sexo todo lo que quieras, pero los hijos no queridos, las enfermedades de transmisión sexual y ser mal visto por la sociedad, queda por siempre. Ser responsable y ser irresponsable, responsablemente.

18.2.09

Las películas que tienen que ver sí o sí.



¿Qué harías por la persona que quieres? La respuesta para mi, siempre ha sido la misma, todo. Es difícil para la gente entenderlo o quizás creerlo, más que nada. El todo es algo tan general, pero que al mismo tiempo implica el último sacrificio, la muerte. Y la verdad, nadie piensa que daría la vida por alguien. Es decir, quizás seamos muchos, pero no es algo de lo que te crean. Pero sin duda dejarías tu trabajo, aunque te llenara de orgullo y fuese una buena fuente de dinero, por tu hija. Y esa es la premisa de Taken. Un padre, ex agente de la CÍA, que se retira, para poder vivir más cerca de su hija, la que vive con su padrastro y la ex esposa de Brian, el protagonista. Y bueno, esto es Hollywood, imaginen el cliché de la es esposa, una "mala mujer", la hija que no está muy ahí con su papá y el nuevo marido, lleno de dinero.

Tienes dos alternativas.



Esta es una película llena de frases celebres, pero sin duda esta es la mejor. ¿Por qué dos? ¿Por qué no una o diez y siete? No, dos. Y una implica tu muerte. Porque si yo haría de todo por mi hija, créeme que le haría de todo, al secuestrador. Ahora, esta esa duda social, de ¿Qué es el todo? En realidad no creo tu fanfarronería ¿O no lo es? Es cuando yo digo, "Te voy a destruir en Pin Pon" y la gente me dice "Sí sí, Salado, sí sí" Y bueno, sucede, mis raíces coreanas renacen, se expresan, mi fenotipo cambia y pateo traseros, en Pin Pon (es totalmente un deporte de hombres, ¿Saben lo fuerte que puede viajar esa pelota de plástico?). Pero en fin, sobre todo se cree fanfarronería cuando te dicen "Te voy a golpear", porque digamos, Brian, Liam Neeson, no es un tipo rudo, propiamente tal. Pero mientras transcurría la película, podía ver lágrimas en los ojos de mi padre, al ver una buena película de acción, ya que se que era algo que él necesitaba, que todo hombre necesitaba y que toda mujer necesitada de un hombre, necesitaba. Es como una mezcla entre el Transportador y Bourne, pero todo en la misma persona y sin piedad. Porque al final de cuentas, hombres y mujeres, cuando estamos enojados, todos hacemos lo mismo, amenazar. Y que bueno sería cumplir con esa amenaza, de vez en cuando. fuera de todo valor o sociedad que te estuviese juzgando, porque cuando secuestran a tu hija pequeña, no hay ley. Cuando te lastiman, uno es el juez. Y por eso esta película ha sido lo que más he visto en los últimos 6 meses, 7 a 8 veces. Pero siempre siento lo mismo, alegría. Porque ¿Acaso no es lo mejor cuando vez que golpean a alguien y tú te ríes? Para mí, esa es una película lograda.

Las muchachas de Salado.



Debo decir que siempre uno recuerda el primer enamoramiento. Pero a mi no me pasa, tengo una mezcla, también producto a que ninguna mujer de carne y hueso que he conocido en mi vida me ha provocado algo parecido al amor como tal. Pero creo que debo haber tenido 8 u 9 años y con mi papá tuve una conversación. No de abejas y flores, sino que la versión cruda, sin censura y sin minutos cortados. Todavía estaba sumergido en el mundo de Disney y esas cosas, de "Nickelodeon" y el "Fox Kids". Aunque tampoco creo que mi primer amor haya sido una "pink ranger". Mi primer amor, la primera "chica de Salado", aunque todavía no había sufrido la metamorfosis que me llevo a ser llamado como Salado, debe haber sido Nicole Kidman.



Y recuerdo la película. "Days of thunder", con Tom Cruise. Aparte interpretaba a una doctora. Y yo siempre he tenido algo con los delantales (aunque nunca he salido a pasear de la mano con uno). Ese pelo pelirrojo, vivo, ese acento australiano y bueno, su metro ochenta. Yo, a mis 8 años, no estaba acostumbrado a las mujeres espigadas. Y bueno, todavía. Debo decir que me da un poco de miedo una mujer más alta, es que bueno, a uno lo pueden golpear, sin poder defenderse (se requiere de mucha testosterona admitir que te puede golpear una fémina). Y el amor siguió. Y llego a su auge con "Moulin Rouge". Bueno, si, interpretaba a una prostituta, no precisamente mi ideal de mujer. Pero sólo Nicole Kidman la podía hacer pasar como una monja. Y yo le cantaría mil y una canciones a Nicole Kidman, pero la versión pelirroja, de clase media, no la rubia cuica en que se ha convertido. Porque si vas a hacer cuica, tienes que tener esa actitud avasalladora, de "Soy la mejor" y nada más se dice. Cuando no la tienes, simplemente pasas por mis burlas. Y Nicole, actualmente, no la tiene, lamentablemente. Pero hace años atrás, Nicole, era mi todo, desde mi Wallpaper en el computador, hasta el motivo autóctono de mi cubrecama (nunca tanto, pero lo pensé). Me faltó verla en persona, para que fuese amor, mentiría si dijera, que estaba "realmente enamorado". Pero si fue la primera mujer que me gustó. Para mi desdicha, en Chile, el recurso "pelirroja", va más allá del "peligro de extinción", sino que alcanza el "nulo". Por lo que, quizás, esa es la razón de no haber muerto nunca por una fémina, de carne y hueso (físicamente hablando). Bueno, todavía hay mucho tiempo, ya lo creo.

Sobre el romance.

"Sólo es cosa de existir", es lo que le decía a un amigo hace unos meses con respecto a si conseguiríamos estar con alguna mujer durante el verano. ¿Cómo es eso?, me respondió. Bueno, depende de demográficas y de que estés buscando. Claramente si quieres a una tipa estilo "Rory Gilmore" o que le guste jugar xbox 360 y poker en linea, estamos hablando de otra cosa. Pero si te refieres a lo general que se busca de un veraneo y si apuntas a una población femenina entre 16 y 20 años, simplemente tienes que existir, estar en el mismo lugar que ella y decir que si. Porque la verdad, ella, al mirarte y saber que haces o que simplemente eres mayor que ella, es todo lo que necesitas, para conquistarla.
Por un minuto temí por mi teoría, debo decirlo. Por vez primera, iba a equivocarme, con respecto a una teoría (en todo lo demás, no me equivoco). Pero antes de ayer y como una jugada del destino, para subir aún más mi ego, pasó. Y tal como lo pensaba, niña de 17 año, universitario de 22, estar juntos en el mismo lugar. Hablar, estuvo demás, porque la verdad, el destino ya estaba escrito una vez que ella se acercó a la fogata. Y al finalizar la noche, ninguno de los dos, se acordaría del otro. Pero acaso ¿No es eso el romance a lo siglo 21? Es asqueroso, pero es lo que hay. Pero al menos es entretenidísimo. ¿Y que son 5 años de diferencia? Son los mismos que la pena por Pedofilia, menos un día, claro está. Pero siempre se puede apelar a la ceguera momentánea por fogata.