11.9.08

La vida


Hoy día me pasó algo que pasa en raras ocasiones. Miré algo que me marcó, esos momentos que puedan marcan un pre y un post en una vida. Ahora, no va a ser algo modificador de personalidad o que me haya encontrado a mi mismo (¡Mi mismo! ¿Dónde estás?), pero si me dejó una moraleja. Miles de segundos en mi vida, he pasado buscando algún personaje que se tome mis historias y que sea el protagonista de las historias, que generalmente me han pasado a mi. Algo así como las aventuras y desventuras de Salado, protagonizadas, bueno, obvio que por mi, ¿Quién mejor? Pero si esto es un sitio sobre la vida, aunque sea de la visión bastante bizarra de mi persona, debería reflejar "la vida". Y la vida no se trata de un sólo personaje. Ni siquiera de las historias interesantes que le pueda pasar a un sólo sujeto. Se trata de las múltiples marraquetas con mantequilla que nos podemos comer en una manzana, al mismo tiempo, de cuantas teles van a estar sintonizando el blog de la Feña al mismo tiempo, etc. No se trata sólo de mí, aunque yo no lo pueda ver así, más allá de estos 10 minutos de escritura. Y no se trata de mi vida acomodada, no se trata de mis problemas, ni de lo rica que es la vida en general, ni de todas las cosas increibles que se pueden hacer tan sólo en 5 minutos ( ricas, pero cortas, claro). La vida, en realidad, no es como para colocarla en una novela, a menos que a alguien le haya pasado algo muy importante o entretenido o digno de contar. Pero no es la vida, no es una novela de realidad ni de circunstancias. Es una foto, plasmada en palabras. Pero nada, comparada con la vida, perse.
¿Motivo de esto? Me gustaría decir que viajé al Tibet y encontré el Nirvana, pero no, de partida porque no estaría escribiendo acá, sino que carretiando con Kurt Cobain y segundo que la razón es un simple aburrimiento.

10.9.08

Vo agarrás el pelo, te lo teñís y lo matás...


No sé que me pasa con las rubias y no sé si sea específicamente con este grupo específico, pero en el último tiempo, los últimos 3 años, sólo me he fijado en ellas. Es cierto, puede ser porque nunca he estado con una rubia, al menos no una verdadera (si es que existen, así dicen las profecías), pero debo decir que me matan, como especie, como esa última lámina que te falta para completar el album de Dragon Ball Z. Últimamente me he fijado en una rubia que nunca pensé en fijarme. Me caia realmente mal hace años, y si me da lata denominar así a mi interacción con ella, como máximo no me caia, era un punto en el cielo, una peste, una mugre en el piso. Ahora no, de hecho me cae hasta bien (en los días que ando de buenas, claro). Me agrada que quiera cambiar su actitud liviana hacia la vida. Que de alguna manera quiera evolucionar, yo también estoy evolucionando, me gusta que coincidamos. Siento que los dos podriamos llegar más facilmente a un punto medio, que sería más facil empezar a salir, congeniar y quien sabe, a tener una relación (no lo creo y la verdad no la quiero, pero se ve lindo decirlo). Besarla y evolucionar a algo más, una aventura, una noche y al otro día si te he visto, no me acuerdo. No no, no es que no me acuerde, sino que soy un ser libre, pero como dije anteriormente, podemos coincidir en esta libertad. Porque soy libre, pero no soy un libertino. Tú ya no eres libertina, seamos libres juntos, ¿Para qué ponerle un nombre? ¿Pololeo? Yo digo libertad.

Cable a tierra

Siempre cuando estoy en mi mejor momento, algo pasa para bajarme los humos de la cabeza (nunca he visto estos famosos vapores), algo que me mantiene humilde, supuestamente. Me refiero a que cuando me está llendo bien, académicamente, amorosamente y en la vida, siempre pasa algo, así como un buffer de comportamiento, un ancla que me dice "Hey, ojo, no te sobres", puede ser una caida en público, mancharme la ropa mientras como, invitar a salir a una mujer que me rechaza, algún 1 en algún control x, que la micro me moje, combinaciones de las anteriores (¿que la micro me rechaze?), etc. Lamentablemente, no ha servido de mucho y yo sigo pensando que soy la raja. No si se trata de ser iluso. Yo creo que se trata de aceptarse como uno es, tan simple como aquello.

9.9.08

Atrévete ¿Te te?

Me cargan los rodeos, me imagino que debe se porque tampoco me gustan las sorpresas. ¿Si te gusto, por qué no me lo dices? A la cara, directamente y sin tapujos. Lo más probable es que en ese periodo de la vida, también me gustes a mi y no porque me sirven todas las micros, sino porque eres bella y simpática y si te gusté yo, también eres inteligente. Por ende, eres perfecta, ante los ojos de la sociedad. Salimos un par de semanas, nos besamos, nos divertimos, y si no se dan las cosas no pololeamos, pero seremos amigos, en algún grado. Es simple, más bien facil, no es que yo lo sea ni tú, sólo que no vale la pena complicarse. En el peor de las casos vas a recibir un "No", uno, de miles de millones de personas, te rechazó. No importa, sólo vas a ganar una experiencia grata. ¿Y Yo? Bueno, voy a ganar a una linda mujer, cualquiera sea el caso.

¿Quién necesita romance cuando hay creatividad? 2.0


Hoy día me volví a acordar de lo iluso que puedo llegar a ser, al menos creativo y curioso. El Domingo en la mañana me atacó un dolor en el abdomen, específicamente por debajo del ombligo. Al principio sólo parecía ser una molestía, algún desgarro muscular por el exceso de pesas sin calentamiento previo, algo así como para justificar los kilos de más. Avanzada la tarde esta molestía evolucionó a algo un poco más serio, al complicarme mi caminar. Y dado que la cocina no está en mi pieza, la ida a buscar menesteres varios se hacía complicada con esta invalidez. ¿Será un embarazó ectópico? Bueno, hace mucho tiempo que no me llegaba la regla, podía ser una posibilidad. Pero dado que no me puedo embarazar, por muchos hechos biológicos, lo descarté. ¿Será un Alien? También era una posibilidad real, pero ya que hace mucho tiempo que no hago un viaje intergaláctico y no estuve presente en la grabación de alien versus depredador (sí, la misma donde sale un depredalien), descarté esta posibilidad también. Haber, debajo del ombligo no hay muchas cosas que puedan doler, puede ser el intestino delgado y la otra posibilidad, el obligo por dentro, es simple de verdad. El que lo causaba, ya pasaba a un segundo plano en la mañana del día de ayer, dado que no podía caminar y basicamente la única posición que me aliviaba era estar sentado sin respirar. ¿Apendicitis? Bueno, al parecer los miles de examenes que me hicieron por varias horas, en la urgencia más lenta del planeta Tierra (por lo que el que se llame "Urgencia" para a ser un chiste de mal gusto), descartarón esta posibilidad. Pero el dolor persiste, a pesar de los antibióticos, a pesar de que hayan sido a la vena, a pesar de que los doctores de la urgencia encontraban curioso que mientras esperaba mi turno, yo estudiara (oye, lectura liviana), a pesar de los antiinflamatorios y analgésicos. Yo no me puedo levantar a comer algo, sin que me duela. No es un dolor insoportable, sólo es como que te atravesaran con un cuchillo el abdomen. Pero no es como para repetirlo. Todo lo que me entretiene, requiere que me levante, incluso leer, ya que no puedo leer acostado. No puedo jugar video juegos acostado, no puedo ni ver por fuera de la ventana. Y demonios que estoy aburrido. Aquí es donde entra lo que decía al comienzo del relato, mi imaginación.
Tocaban mi puerta, en mi minuto más aburrido. Mi querida nana, me dice que me buscan. Pienso en lo extraño que es, pero digo que pasen. Entra una rubia preciosa, una compañera, ojos verdes, pelo ondulado, estatura más bien baja, perfecta. Yo, en mi pinta de no haberme bañado por dos días, con un peinado fascinante, el que te da la almohada, una afeitada de película y con mi pijama de patitas. Me dice Hola, que me ha venido a visitar porque supo que estaba con dolor y me quería hacer compañía. Yo pienso "Le digo que encuentro raro que esta sea la primera vez que conversamos por más de 10 segundos, en 3 años? ¡No! ¿Qué importa? Estamos hablando. Le digo Hola, con una voz grave, estilo conductor de radio. Me dice si se puede sentar en una silla al lado de mi cama, le digo, sientate al lado mio mejor. Ella me hace caso y comenzamos a conversar, le pregunto por su vida, de como ha estado y de si está contenta. Ella me pregunta si me duele y le contesto que si y pongo cara de gato mojado (si, puede ser homosexual, pero mueranse, estoy al lado de una rubia preciosa). Ella me soba mi estomago, pienso que ahí no me duele y de hecho el que me toque incrementa mi dolor. ¡Qué importa! Me toca. Le digo que si quiere ver una película, me dice que sí, que no tiene apuro por irse y me toma la mano y me la acaricia. "Penta Campeón", pienso yo y la abrazo para ver la película. ¿El hecho que me esté muriendo habrá influido a que yo esté así con ella? ¡Que importa! La estoy abrazando. No es que sea un necesitado de cariño, tampoco que no hubiese podido conseguir esto sin esta situación de enfermedad, sólo que no me lo esperaba, a ella, esa compañera esquiva, la anécdota que decir a todos mis amigos del colegio "Ni saben la compañera que tengo, es preciosa". Ya son las 9 de la noche, pienso que en algún minuto se tiene que ir, yo no puedo ir a dejarla. Al menos no sin sufrir un dolor intenso. Me doy vuelta para mirarla, y está durmiendo, en mis brazos. Pienso si será muy osado y demás besarla, después de todo lo que ya había pasado esa tarde. ¡Que importa! Me doy vuelta a besarla, con los ojos cerrados claro (no sé cual es el proceso neurológico que me hace cerrar los ojos al besar), la beso, el sabor de sus labios es un tanto amargo, la textura un tanto dura, una sensación seca, abro los ojos y estaba besado a una figura de acción que había caido de una de mis repizas. Quisé golpearme en el estomago por ser tan ñoño al soñar algo como esto. Pero nuevamente pensé ¿Que importa?

7.9.08

Todos para uno y uno para si mismo.


Esta no es una edad para estar quejándose. Me refiero a que cuando uno tiene entre 20 y 35 años, la idea es divertirse, pasarlo bien y pensar en uno. Cuando uno se casa, piensa en los demas, piensas en tu familia, en tu trabajo, en todos, excepto en ti y si piensas en ti, eres un mal padre o un mal esposo o un mal amigo, etc. Y la verdad es que es cierto, si uno se salta etapas, si uno no vive las experiencias que un cabro joven tiene que vivir y comete los errores que hay que cometer, para crecer, uno se equivoca siendo viejo y esa no es la idea. Hay que despertar en la esquina del departamento de algún conocido, sin polera y con rouge en el cuello, para aprender que no hay que tomar tanto, por lo menos para poder acordarse de lo que pasó el dia anterior (¿Qué habrá pasado?). Hay que estar preocupadísimo haciendo un examen de repetición, con challas en el pelo, para saber que si no estudiaste durante todo el año, por estar carretiando, bueno sería empezar a hacerlo antes del fatídico examen. Hay que estar amorosamente con la amiga de la muchacha que te gusta, pensando que así la vas a poner celosa. Hay que salir a festejar luego de una prueba super dificil y no tener como devolverte a tu casa, estando a 4 comunas de tu casa. Hay que vivir mil cosas estúpidas, hay que reirse de ellas al otro día o lamentarte del dolor de cabeza por el exceso de alcohol de la noche anterior. Te tienen que molestar tus amigos por haber coqueteado con una señora de edad y porque le gustas a alguna muchacha no tan agraciada. Te tienes que ir de mochileo con tus amigos, con poca plata en tu bolsillo y con hartas ganas de comer arroz solo, sin siquiera sal. Te tienes que hacer las ganas de trabajar vestido como imbécil en una campaña de supermercado, porque con esa plata vas a comprar el arroz para el viaje anterior. Y tienes que pensar en ti. Y saber que no es ser egoista, es vivir la vida. Que ahora si uno encuentra una oportunidad en lo que sea, romance, trabajo, estudio, hay que tomarla, cueste lo que cueste, si es que eso te hace sentir genial.
A los 20 años, dificil que encuentres al amor de tu vida y si generalmente asi lo piensas, no es algo objetivo, menos real, sino que interpolas un sentimiento de acostumbramiento, de estar cómodo, actual, a 20 años o a 30 "Si las cosas continuan como estan, claro que me caso, pero si ella cambia estas mil cosas que no me gustan". Y por ella sacrifico mi tiempo de estudio, de familia, de amigos, mio. Porque vale la pena. Y puede que la valga y mucho, pero aún así no vale pena perder todas esas cosas, al menos no a esta edad. Y perder a la familia y a los amigos no vale la pena nunca. Por nada ni nadie. No significa que si te sientes con ganas de casarte, termines la relación porque todo se funó por engancharse, sino que se trata de pensar en las razones del querer casarte a temprana edad. Se trata de vivir las etapas, de pasarlo increible junto a tu pareja, obvio que si, pero siempre acordándose de que no es la prioridad del momento. Que tu te vas a juntar con tus amigos el fin de semana, que tienes que estudiar para la prueba final del ramo, que tu mamá quiere estar contigo y tú la quieres acompañar a comprar. ¿Si quiere hacer todas estas cosas contigo? Genial, quizás hasta sea un signo de que sea la mujer de tu vida, pero siempre sabiendo que es un signo de mil que necesitas para tomar la decisión. Y no sólo con el romance, con cualquier actividad demandante de tiempo y ganas. Es usar la lógica de los surfistas, de los rastafari, pero añadiéndole algo de responsabilidad. Hacer lo correcto, pero no sólo para los demás, sino que para uno. Especialmente para uno.