Pin pon bajo la lluvia.

Cada remache, una gota que golpea la mesa. "En realidad somos bastante idiotas por estar jugando, aumentando nuestra probabilidad de contraer virus respiratorios" le dije a Jorge. "Cállate, idiota y juega". Un revés paralelo y una brisa que desvía la pelota fuera de esa delgada línea blanca que significa "perfección". "Es esto o tratar suerte reviviendo la xbox", pienso a voz silente. "Es una lástima ser casi profesional para el pin pon y no poder jugar así de tenis", me vuelvo a decir a mi mismo. Con cada efecto, una cara de lástima de Jorge, no sé si es el frío o por el marcado 10 a 0. Tuvo que ser el frío porque ahora gana 15 a 10. Otro remache, otra derecha ganadora, otra brisa, otra gota de agua, y bueno, la perfección, la pelota en la línea blanca. Sale el sol y de coincidencia termina el partido, 21 a 15 y con la última pelota, sí, una última gota de agua.
Quizás deba decir que arreglen la gotera de la sala de juegos.

MJ

Es difícil separar a la persona del personaje, pero si muy fácil tendemos a separar a la gente de sus acciones, algo así como que en el Holocausto el malo fue "Hitler y sus secuaces" y no todos los alemanes no judíos que apoyaron ese gobierno. Es difícil separar a Michael, la persona y Michael "El rey del pop", pero no imposible.
No puedo decir que admiraba a su persona, pero claro está que toda la ayuda monetaria que hizo durante toda su vida no la hizo el personaje, sino la persona, pero eso es otro tema. Juzgarlo por su vida privada, no me corresponde, como tampoco me corresponde juzgar a todos los padres que dieron permiso a sus hijos para pasar tiempo con la persona de Michael, no es el punto. La idea es sacar lo que siento y no ser un fanático más diciendo "Michael Jackson fue toda mi vida". No lo fue, pero si marcó varios puntos.
Recuerdo mi "primer recuerdo" de Michael. Creo que tenía 8 o 9 años y el televisión nacional daban con frecuencia el video de "Black or White". También recuerdo como mi papá gozaba con el efecto de cambio de personas del final. Años después, en mi adolescencia, me hice fan de su discografía, descubrí otro tipo de temas, como también, por elección propia, fui decidiendo el hecho de que supuestamente era un pederasta. De a poco fue inspirando mis ganas por bailar. Nunca pensé en dedicarme al baile, pero si dijera que no es el causante primario de mis ganas de bailar en mi vida cotidiana, mentiría de una manera considerable. Pero mi tema es la música, más que el baile. La voz, más que las letras. Es cierto, era un gran letrista, pero cuando tienes a una mayoría de la población mundial, no entendiendo inglés, eso da como lo mismo. Lo que importa, insisto, es la voz y no creo que sea igualable o justo para los demás de comparar. Lo mejor es decir que fue único y que marcó una época. Para las generaciones posteriores quedará la posibilidad de que exista "otro artista". Quizás tuvo que ser un poco afeminado para tener esa voz, no me imagino a "Barry White" cantando "Beat it" y que el resultado sea lo mismo (nota freak: Siempre fue muy gracioso que en los videos de Michael, él fuera como el tipo bacán, el malo, el rudo, el que se quedara con la fémina en disputa, pero que nunca la besara, curioso).
Cuando supe de su muerte, aunque no lloraré a mares como las múltiples personas que salen ahogadas de lágrimas en las noticias, me dolió y harto. Es difícil explicarlo, pero es casi como se hubiese muerto una ilusión de poder verlo en vivo, casi una lástima de no poder completar mi lista de "grandes conciertos que he visto en mi vida", con un Jackson y un Ticket al lado. Quizás mi mamá se sintió igual cuando murió "Elvis", que sé yo. Quizás mis hijos se sientan igual cuando muera "Justin Timberlake", no lo sé. Sólo sé que ya no será lo mismo, esto es obvio con cada muerte, será distinto y de ahí en adelante, lo que venga. Pero como cuando uno le desea feliz cumpleaños atrasado a alguien, yo le digo un "Adiós Michael", atrasado.