4.3.08

Chato de la web

Estoy harto de Internet. Es un mal necesario, es cierto. Pero sigue siendo un mal. Sirve, pero no moriría sin ella. Lo único que ha hecho es fomentar la muerte del lenguaje. Es que ¿Han visto las frases de msn? Es decir, ya en mi tiempo tenia que convivir con las típicas frases de mujeres como “Analizando situaciones”, “Te quiero (pero sin nombre, porque así le llega a más personas)”, “estoy confundida” o “tengo una sensación extraña” o millones de patrañas como esas, peor ahora, uf, ahora ya es demasiado. Ahora ni siquiera son frases o palabras completas. ¡Ni siquiera es idioma Chat! Es como un resumen del idioma Chat. Yo me digo ¿Cómo tan flojos? ¿Para que siquiera los mandan al colegio? Ahorren esa plata para los largos años en el instituto estudiando turismo o algo por el estilo. Y no es por desprestigiar a los que estudiaron turismo hace 10 años, no. Es desprestigiar a los que entran ahora. Yo creo que la solución es simple. No escriban. Mejor no hablen. Ni siquiera usen seña de manos, tendrían faltan de ortografía. Mejor callen, porque me gusta cuando lo hacen y quizás, quien sabe, desarrollan telepatía pokemona.

3.3.08

Una peculiar sensación

¿Alguna vez les ha pasado que han visto una película, con la cual se han aburrido mucho, pero que no pueden esperar para recomendar a un amigo o amiga? Es una sensación extraña. En la película lo único que pasa por tu cabeza es en el como planear un escape, sin que sea perjudicial para el resto de la gente que si está disfrutando la película (aunque claro, todos están durmiendo). Pero uno sale, le pregunta por la película y al analizarlo bien, la verdad es que es realmente buena y uno no puede esperar a que salga en la tienda de videos más cercana. Es que típicamente, las películas a las que uno llama “buenas” son las de balazos o desnudos, información que no hay que digerir. Es básicamente como comer batidos de guagua o agua salada. En cambio, estas películas hay que digerirlas, hay que mascarlas más de 10 veces y tomar un vaso de agua después de cada bocado. Y si es necesario, acostumbrarse varias veces, antes de encontrarlas apetitosas y no pocas veces, la comida favorita por algún tiempo. Me ha pasado también con algunos libros que leí en el colegio. Cuando los leí eran unas bazofias, eran detestables, aburridos, una razón más para el suicidio. Pero una vez graduado del instituto son increíbles, unas obras de arte y básicamente ahora ya los usó de almohada (aunque claro, sería más cómodo imprimir párrafos en la almohada original). No sé, es extraño. Encontrar mala, una película para mi ahora deliciosa, es como no amar a primera vista al amor de tu vida. De hecho es equivalente a encontrarla fea, odiosa, tremebunda. Y la verdad es que pasados unos segundos, lo piensas bien, la ves mejor, la escuchas, la entiendes y una vez que ya la conoces, empiezas a amarla. Porque es el amor de tu vida. Y esta, bueno, esta es la película de tu vida. Es el libro de tu vida. Es tu todo.

Hola ¿Cómo está?

Siempre he tenido problemas de interacción social. No es que crea que soy un engendro (no es necesario creerlo), sino que nunca me he sabido desenvolver bien dentro de esta burbuja llamada sociedad. Pero dentro de las más cosas que me complican son los saludos. Generalmente hablo con nadie porque me cuesta empezar el saludo. No me sé el “dialogo” adecuado. Pero es por mera lógica, si el saludo adecuado es algo como “Hola, ¿Cómo está?” y la verdad nunca he entendido que alguien que apenas me conoce o me conoce muy poco me pregunte como estoy, ya que claramente no le importa como estoy. Yo ilusamente siempre respondo bien y sigo caminando. Pero siempre después de seguir caminando me viene a la cabeza si en el momento del saludo de la otra persona, yo debiera haber dicho un “¿Y UD?”, inmediatamente del bien respectivo. Pero si no me interesa saber como está, lo considero bastante hipócrita. Ahora respondo de esa manera, con el estúpido “¿Y UD?”, pero me siento muy falso. Es bastante poco práctico el saludo, ya que si yo osara responderle a ese "¿Cómo está?”, con un “estoy mal”, el caballero o la señorita en cuestión no va a saber que hacer, no me va a responder “¿Por qué está mal?” y la situación va a ser bastante incómoda para los dos, sobre todo para mi. Entonces ¿Cómo socializo? La verdad es que la pregunta es ¿Por qué?, ya que si la sociedad establece diálogos tan sonzos como el anterior, tal vez sería mejor seguir viendo el techo por las noches.