3.5.13

Valiente.

Hay que ser sumamente atrevido y con cojones grandes para admitir que se es feliz. Es mucho más fácil ser inseguro e infeliz. Mucho más fácil ser pesimista y ver todo mal. Porque al final uno no se sorprende, no se deprime, no se desilusiona. Al ser feliz, todos los días, uno se la juega. Y muchas veces se cae. Es difícil  Difícil mantener la misma creatividad, inspirada desde estar contento. Pero así me siento.
Muchas veces, inspirado en la película "Gasparín", donde decían que los humanos que morían se hacían fantasmas porque tenían "asuntos sin concluir", me asustaba admitir que estoy pleno. Podía morir y simplemente desaparecer. No quedarme como fantasma. Un insisto de simplemente perdurar, porque si. Pero cresta, estoy pleno. Y eso me hace feliz. Y me siento valiente, soy cojonudo.