18.10.23

Decisiones y conclusiones al ¿margen de la vida?

 Manuel es tan feliz. Me alegra tanto que lo sea. Disfruto y me llena de dicha que lo sea. ¿Cómo no?

Disfruto de tantas otras cosas, no me siento anhenónico. Pero al mismo tiempo no tengo ganas de nada. Como que estoy bloqueado, es modo zombie, muerto en vida. No puedo tomar una decisión de terminar esto, demasiado cobarde, o con demasiadas responsabilidad en vida, no lo sé. Pero si me diera un infarto sería una muerte súbita sería una solución poética ideal. A veces, como se lo decía a la psicóloga ayer, ya me siento muerto en vida, nadie contesta los 25 memes que envío y si no trabajara, no tendría mucha interacción social. Pero ¿ Cómo puede ser eso cierto con dos 2 hijos que te aman? Claramente no, son percepciones equivocadas. Pero cuando son tan pequeños, y no puedes mantener una conversación "adulta " con ellos, porque no es justo además, quitarle su inocencia, que culpa tienen de lo que te está pasando.

A veces pienso que lo mejor sería quitarme de el medio. Que soy un parásito en la felicidad de mi familia. un Absorbedor de felicidad. Que mis hijos estarán del todo mejor sin mi. Que son chicos y lo mejor es irse ahora, que lo tomarán mejor ahora que después. Pero al mismo tiempo, al no tener papás por mi lado y sentir lo horrible que es, digo, elegir hacerles eso a mis hijos es por lo bajo, muy egoísta.

Toda mi vida, es mi perfección, he hecho todo por los demás; y nunca por mi, ¿no sería esta la mejor decisión egoísta? ¿El mejor ejemplo? Ahora, ¿Qué momento para empezar a serlo? Seguro mi señora me diría. Te dejo tener tus juguetes, pero no hagas estupideces. Pero tampoco la idea es manipular. Pero al final todo se lee como manipulación y no como llamado de auxilio. ¿Es esto un llamado de auxilio? ¿No podemos tener autonomía sobre nuestro propio destino? ¿Acaso los 200 años de bioética en medicina no sirvieron de nada (puta bioética).

Ahora, adelantadome a cualquier destino, quisiera destacando lo positivo de mi vida, dado que siempre destaco lo negativo; y todo el mundo destaca que destaco lo negativo:

-Mi familia nuclear: primero empezando por mi señora y mis hijos. Tuve la mejor partner de vida y compañera de viaje que pude tener. Fuimos muy amigos y en general siempre tuvimos el mismo norte, hasta que no lo tuvimos y agentes externos, nos terminamos separando, y no supimos arreglarnos. Y me dio lo mejor de lo mejor que me pudo dar esta vida. Primero a Manuel y luego a Pedro. Siempre, pero siempre quise ser papá y lo logramos, accidentalmente al principio por el aborto, pero nos sobrepusimos, solos y sin apoyo familiar, pero si con los amigos que hicimos en España, pero principalmente con nosotros dos, que siempre fue el eje principal de nuestra fortaleza. Manuel es un ser de luz (a lo Jr. playboy), irradia felicidad, y de verdad, no lo digo porque sea su papá, lo deberían estudiar como motivo de felicidad para la gente que lo rodea. Con todo lo difícil que le ha tocado, es un niño extremadamente feliz y mi mayor motivo de orgullo, y debería ser, motivo suficiente, y único, para seguir adelante (lamento profundamente que no lo sea). Se que llegará a ser un gran ser humano.

- Mis padres: tuvimos una relación compleja y claro que me concentré en lo malo mucho tiempo y me hubiese gustado que alguien más adulto (que ganas de haber tenido hermanos mayor para que me hubiesen aconsejado mejor 😐), me hubiese dicho que los disfrutara más, al menos ya con el diagnóstico de cáncer por último. Dicho y hecho, no lo hice y ahora que no están, sobre todo mi papá, más allá de me hagan falta, es decir poco. Es como una maldición gitana. Casi de verdad me gustaría ser esquizofrénico y que mis voces sean ellos, para volver a hablar con ellos, porque me encantaba conversar con ellos. No entiendo a los hijos que no disfrutan de sus padres. Quizás mi error fue no dejar de ser regalón de mis padres, si ya soy un wn viejo y ahora sufro por eso. Pero independiente de los errores mutuos, que fueron muchos, fueron excelentes padres, con un sobresaliente a mi papá.


- Mi humor: heredado, aprendido de mi padre o copiado, más bien. Desubicado la mayoría de las veces, fue mi sello. Me encantaba, me da lo mismo ser autoreferente en este momento. Pero el que me conoció, si me recordará por algo, será por esto. Que pena que mis hijos no. Siempre mi miedo al llegar a España fue no congeniar por eso, otra cultura, ademas desubicado, que terror. Pero el haber congeniado tan bien, y que pegara tan bien mi humor, fue el mayor triunfo que me lleve de esos 4 años. Aparte de 4 amigos que siempre recordaré.

- Mis juguetes: Me alegro de haber reconectado con este hobbie, lento en un principio y exagerado y abundante hacia el final de los años. Incomprendido por la gran mayoría, me transportaba a lo más profundo de mi infancia. Nunca me endeude irresponsablemente y si lo hice, solucione de forma rápida y por mi propia cuenta y sin molestar a nadie más que a mi, por mi vicio. Una lástima que generará conflictos hacia el final en la relación, nunca pude hacer entender lo que me generaba. Una conexión con la infancia, una infancia amputada, quizás por las múltiples hospitalizaciones de mi mamá, que se yo, pero que no recuerdo. Pero finalmente una tranquilidad inmensa. Un hobbie sano, que no hacia daño a nadie.

- El deporte: pese a siempre haber luchado con la obesidad/sobrepeso, siempre fui muy deportista. Siempre me encantó el deporte, otra cosa que me inculco mi papá. Disciplina, orden, entretención, lo tenía todo para una personalidad como la mía. Destaco el tenis y el básquet. Me encantaban y que bueno que pude disfrutar de los slam de tenis y de un partido de la NBA.

- Los viajes: hasta conocer a la Paz, sólo conocía Argentina y no me motivaba para nada viajar. Ahora conozco casi 27 países y me encantaría comerme el mundo, idealmente con ella. Ella, como siempre se lo dije, me hizo una mejor persona, me quiso ser y querer ser más. Pero es este punto me encantó viajar y creo que es de las platas mejores invertidas, donde me cambió la percepción del mundo. Punto álgido, haber vivido en España, la mejor experiencia de mi vida, por lejos. Que pena ser quejumbroso y que la Paz piense que no fue del todo positiva para mi, pero es culpa mía, de nadie más.


- Querer lo mejor para los demás: pese a mis rasgos autistas, que están muy marcados, y cada vez más, no sé porque, siempre quise lo mejor para los demás, quizás; y muy probablemente porque eso hubiese esperado al revés para mi. Y esa siempre fue mi desilusión de toda al vida al no cumplirse. Siempre lo hice con los amigos que casi siempre perdí, siempre lo he hecho como médico (y eso que soy radiólogo po wn) y así actúo en la vida en general (pese a haberme equivocado con mucha gente, no me haré en ángel, porque no lo soy).