5 situaciones sobre como dar un beso a una chica.

Este es un tema que he estado estudiado arduamente en el último tiempo. La verdad, siempre me ha gustado el dar besos, pero no me gusta "agarrar". Algo así como el "No quiero tener más sexo, quiero hacer al amor" de Arjona. Pero ¿Cuándo es el momento correcto? Algunas dirán "Siempre idiota complicado", puede ser, pero con aquellas, no quiero experimentar, me gustan los retos. Entonces ¿Cuando es el momento correcto? La empiria, dice lo siguiente:


1-Te metes a Internet y buscas la dirección de un mercado negro. Compras una culebra ilegal y la llevas en tu mochila. Te juntas con alguna conocida con quien tengas onda, alguna amiga, que sé yo, tal vez un café sea buen lugar. Estás conversando, suelta la culebra, completamente inofensiva y la culebra muerde en el labio a tu acompañante. "Ahhh, ahhh, me duele ¡Me muero, me muero!" "Carola, es venenosa, perdón, pero tengo que hacer esto" La tomas de las manos y la besas, apasionadamente. Antes le dices que viste un especial de "Animal Planet", donde decían que estimular la irrigación sanguínea hacia los labios hacia que el veneno se alejara de tejidos corporales de mayor importancia y al permeabilizar la zona, podía sencillamente drenar y escupir el veneno" "¿Por qué no estás escupiendo? Te puede decir ella" "Oh, maldita sea, !me tragué el veneno¡ ¡Ayúdame! Dame un beso, apúrate" Luego improvisas que el acto se tiene que repetir cada cierto rato, como manera preventiva.

2-Invitas a una amiga a la piscina, ella sea como sea, tendrá el cuello descubierto (no es que vayas a morderlo) y verás, ojo con esto, clavícula descubierta también. Fija una linea imaginaria entre estas dos partes de su anatomía, me refiero a clavícula y cuello. Le dices "¿Valentina?" "¿Qué?" Y la golpeas con un certero golpe de yudo, mano estirada, con la zona medial, 3/4 de potencia en el golpe. Ella se desmayará. Los testigos del acto serán un montón de pequeñuelos, los sobornas con unos caramelos, metes a tu conocida a la piscina, para mojarla, la sacas y le haces respiración boca a boca. Ella despertará diciendo "¿Qué pasó?" Tú dirás "Te desmayaste en medio del agua y te tuve que sacar" "¡Ay Salado!" y luego procedes, por segunda vez, a colocar tu sucia boca en tan dulces labios (a los héroes de las películas les resulta).

3-La excusa del muérdago (planta que se coloca sobre la cabeza de alguna acompañante y es una excusa para besarse, al menos en USA). A mi no me gusta mucho Estados Unidos, pero esto y el McDonald son las mejores invenciones del mundo. Estas en un carrete, sacas una planta del jardín de la casa del dueño de casa y lo disfrazas como "muérdago". Ahora, esto requiere de algunos cuantos gramos e alcohol en la mente de la susodicha. Pero nada que un poco de visión estratégica durante el malón y juicio para identificar a una mujer sobria de una que no lo está, puedan arreglar.

4-La excusa del ovni. Esta es una vil adaptación de lo que hacía Don Francisco en "Sábado gigante". Estás conversando con una chica, revisas su calzado, estableces una conversación filosófica sobre quien ganaría en una batalla ¿Stone cold o el tipo del transportador (Jason Statham)? y luego, de improviso (esto debe ser rápido), gritas "Mira, un Ovni", ella mirará, verá que es nada, mirará hacia ti y tu ya tienes tus labios en posición estratégica. Luego, como cual chita, sales corriendo, argumentando una mala digestión. Si el juego resulto, ella estará esperando. Y en el peor de los casos, no te golpearon por fresco.

5-Estudiar si alguna conocida tiene diabetes insulino-dependiente, invitarla a bailar, darle alcohol y alimentarla en demasía. "Para, para, ¡soy diabética!" "¿En serio?", replicarás tú. "¡Necesito mi insulina!" (De casualidad, se habrá perdido)" Rápido (y aprovechando que en las crisis, nadie piensa), tengo una rara enfermedad genética que me hace secretar excesos de insulina por mis labios" "¡Apúrate mujer!" "Hey, eso no es muy creíble" "Lo sé, ¿Pero que es la Insulina?" En el peor de los casos, te golpeara alguien al borde de la muerte.

Las películas que tienen que ver sí o sí.

La vida nos trae sorpresas y de repente uno se las ingenia para auto perjudicarse. Hace un tiempo bajé una película, que califiqué como liviana, por lo que la vería en otra oportunidad, quizás nunca. Y por casualidades de la vida, hoy, leí una crítica de cine llamada "Véanla". Haber, cuando lees algo así, a ti no te queda más que obedecer, pero yo fui un poco más allá, la leí, la entendí y bueno me acordé que la susodicha película, estaba en mi pieza, en algún lado.


"Espera, ¿Eres virgen?" "No no, sólo que no he tenido sexo oficialmente".



Yo me he sentido así muchas veces, porque al final, esta presión social por ser o no ser virgen te consume y no sabes si eres virgen o no. Tal vez si no lo sabes, es porque ya no lo eres. O quizás eres muy creativo y es mejor decir que no lo eres. "El virgen es el nuevo gay", me decía un amigo (quien de lo más seguro resultaría ser yo, en algún tipo de sueño que tuve). ¿Cómo es eso? Es que antes, estaba condenado el ser gay. Ahora, está condenado el ser virgen. Es decir, te puedes decir que está bien, que es tu decisión y todo tipo de cosas, al igual que a los gay de antaño. Pero dentro de sus cabezas y en su comportamiento, eres un bicho raro. "De repente como que te dan las ganas de perderla, simplemente para que te dejen de hinchar las pelotas", me continuaba diciendo, este amigo.
The Wackness trata de un Luke Shapiro, un traficante de marihuana de 18 años, que acaba de graduarse de la secundaria. No tiene realmente amigos, sus papas están en la quiebra y visita reiteradamente a un siquiatra, a quien conoce porque le vende marihuana. Este, es su único amigo y la verdad, el sentimiento es mutuo, aunque no son amigos propiamente tales. Luke es un tipo chapado a la antigua, escucha cassettes, Hip Hop y Rap clásico, ese que podías defender intelectualmente, tiene walkman y nintendo. Pero no tiene novias y no es muy popular. Pero esta no es la típica comedia gringa de sexo adolescente y exceso de alcohol, mejores amigas y darse cuenta que siempre estuviste enamorado. Para mí (quizás depende de quien la vea), la película trata sobre la amistad. Porque la verdadera amistad, es de a dos. Tú puedes tener un grupo de amigos, a quienes quieres y tal vez harías montones de favores. Pero tu verdadero amigo, es uno y con ese podrías hablar absolutamente de todo y viceversa. Es raro que tu mejor amigo sea también tu siquiatra, pero habiendo yo también vivido la experiencia, me imagino que debe ser porque para que una terapia funcione, debes tenerle confianza a tu doctor. Y para que el doctor realmente pueda hacer algo por ti, tiene que entenderte, descifrarte y saber que es lo mejor para ti. ¿Acabo de describir los fundamentos básicos de una amistad? La vida hay que vivirla, quien mejor te lo puede decir es alguien más viejo que tú. Para mi eso de respetar las canas es una estupidez, pero si respetar las experiencias. De vez en cuando, alguien mayor que tú no tiene porque ser más viejo que tú, sino que alguien que haya tenido más experiencias (escúchalo, te va a servir). Vivir la vida, es decir, aprovechar la vida al máximo, este consejo proveniente de tu siquiatra marihuanero, no podría ser más que sexo, drogas y rock and roll, pero como todos, con algo de hipocresía, ¡Pero no con mi hija! Pero vivir el presente, es vivirlo todo, alegrías, penas, romance y quiebres amorosos. Eso es vivir. De repente, mientras escribo esto y como manera de vivir mi presente, me dan ganas de escribir ¡Que gran película, por la cresta!, pero no quiero forzar a nadie a verla. Es que es tan infinitamente real, sin mentiras, como me gustaría que la vida fuese. Una mujer sin maquillaje, quizás no muy bonita, pero bella. Eso es está película. No es una película bonita, es una película buena, buenísima.
Al igual que con mi terapeuta, al personaje de la película le recetan "Acuéstate con una chica, eso es lo que necesitas", aunque yo no le vendía nada a mi psicólogo. La verdad, lo que necesitaba, al igual que el personaje de la película, era un poco de realidad, sin maquillaje y sin censura o ayuda de tus padres. "Salado, salado, espera" "¿Qué?" "Deja explicarte lo que pasó" "No, sólo hazme un favor. Quédate ahí parada para poder recordar" "¿Qué cosa?" "Es que nunca me habían quebrado el corazón" (con una sonrisa en mi cara, me retiro)

Las películas que tienen que ver sí o sí.

¡No es una prostituta adicta al crack, es una prostituta zombie adicta al crack!

Me encantan las películas de terror, debo admitirlo. Por eso también debo admitir que sufro cuando veo una película demasiado mamona en el cine, sobre todo cuando soy obligado a pagar esa entrada y además una extra para una acompañante, pero esos son sacrificios que me hago por pensar, bueno, con otro tipo de cabeza. Sigo mis instintos y bueno, en el cine quiero vomitar, si es que veo a Hugh Grant o Keanu Reeves haciendo otra película demasiado predecible. Porque no se engañen, a mi me gustan una buena película mamona, drama, lágrimas, pero que me sorprenda. Si voy a ver algo predecible, quier ver explosiones, sexo y mucha sangre, ojalá las últimas dos no en la misma escena. Por eso me gustan las películas de terror, son predecibles, pero sé que igual, de vez en cuando, me voy a asustar. Y ese Rush de Adrenalina, es lo mejor que hay en este mundo.
Siempre he escuchado el cliché de que lo mejor para besar a una chica, es invitarla a una película de terror. No sé que tan cierto sea eso, pero me imagino que debe ser que entre todas las situaciones en que ellas pueden estar indefensas, el susto es una de las mejores. Y ahí vas a estar tú, para protegerla. Pero ese alguien tendría que ser una persona entrenada, dado que hasta yo, que he visto mil películas de terror (sólo hoy), todavía me asusto. Y no creo que eso sea sexy "Hay Salado ¡ayúdame! Me dio susto ese hombre lobo" "Ayúdame tu Felicia, ¡Yo tengo miedo!" Bueno o algo por el estilo. Por eso no creo que ese cliché sea algo tan cierto, mejor dicho, tan efectivo. Si no fuera tan tacaño, en todo caso, lo probaría, empíricamente.



Dentro de lo predecible que son las películas de terror, lo que más me gusta y molesta al mismo tiempo es la estupidez de sus protagonistas. Como que empatizas con el asesino en serie/zombie/hombre lobo y quieres que muera ese estúpido actor. Porque si alguien tiene por elegir una bazuca o un corta uñas y elige el corta uñas para defenderse, bueno, merece morir, así de simple, selección natural. De hecho, estos asesinos de películas serían útiles es la sociedad real, seríamos menos y no habría escasez o si lo quieren, serían menos para no dar por hecho que yo sería lo suficientemente inteligente como para sobrevivir (aunque yo si elegiría la bazuca). Donde más se puede apreciar esta estupidez son en una de mis películas preferidas de terror, en las de zombies. Para contextualizar, un zombie es un no muerto, que sólo se mueve por instintos básicos (parecidos a muchos humanos que rondan actualmente), pero más que instintos en un instinto, el hambre. Nada más y nada menos. Pero son lentos, imagínense al ser más gordo de su clase de gimnasia en el colegio (yo me imagino a mi mismo), persiguiéndolos para comérselos. Es decir, me sorprendería de que un tipo muerto estuviese caminando, tal vez llegaría a asustarme, pero al darme cuenta que es más lento que yo en el colegio, ocuparía la persecución para entrenar un poco, pasar a un Mcdonald, ir a ver a algún amigo, etc. Pero en las películas queda la crema, sociedades perdidas, siempre hay fuego y explosiones, no sé porque, y mucha gente muerta, mucha. ¿Cuanta gente estúpida puede haber? Estoy hablando del ser más lento que existe. Es decir, entiendo que te muerda un familiar, porque estas en shock de que está caminando muerto, pero ¿A cuanta gente conoces? ¡Por Dios¡ Se acaban sociedades, no estoy exagerando. Pero la amenaza zombie es algo real, hay que admitirlo. Aquí un video con el ex presidente Bush, al que tanto respeto.



Sigo insistiendo que me gustan las películas de terror, porque aunque hablan de un tema serio, la muerte, jamás han sido tomadas como una seriedad, ni siquiera por sus realizadores. En las películas que más me he reído, ha habido muerte y mucha sangre, de hecho, las de zombies deben ser las más graciosas.
No sé si los zombies son los monstruos que más me gustan, pero sin duda son los más populares, los que más venden. Son como la versión "Che Guevara" del mundo del terror, son masivos. Para finalizar quiero recomendar este tipo de películas, sobre todo para los que las reniegan, diciendo que son light y que prefieren ver cine chileno. De repente, es bueno ver cosas livianas, así te sientes más inteligente. Pero más que eso, te ríes y pasas un buen rato, como cuando entras a la casa del terror de "Fantasilandia". A nadie le asusta esa maldita casa, de hecho me asusta más la gente que entra al juego. Pero las 4 horas de espera, valen la pena, para poder entrar y morirme de la risa con el mal maquillaje de los personajes y con la mala mantención del carrito, porque eso si que asusta, perder un brazo.

Las muchachas de Salado.

Corría el año 1995, si no me equivoco. Y mis muy virginales ojos de 9 años se pusieron en contacto, con quizás, una de las mujeres más bonitas que han visto. Por "sapping", llegue al MTV y en algún tipo de sección, comenzaban a reproducir el video de "Crazy", canción de "Aerosmith". Y, como iba diciendo, mis tiernos ojos tomaron contacto con una mujer, de aproximadamente 18 años. Para mi eso era una eternidad, prácticamente podría haber sido mi madre o la polola de mi hermano, pero debo decir que sentí un revoloteo de coleópteros en mi estómago. Además, era una chica ruda, en un viaje por carretera con su amiga, viviendo el rock and roll (debo admitir que en esa época mis gustos musicales eran más cercanos a "cachureos" que al rock, pero por algo se empieza). Luego me enteré que la susodicha muchacha se llama Liv Tyler y tenía una historia particular.



Ella es la hija biológica de "Steve Tyler", el vocalista de "Aerosmith", ¿Qué mejor que un suegro adicto a las drogas? Al menos las comidas en familia serían bastante entretenidas.
Saltamos al año 99 y todo el frenesí del fin del mundo. Yo estaba en séptimo básico, el video de "crazy" ya era parte del pasado y creo que babeaba por Britney Spears en esos momentos, hasta, bueno, hasta el estreno de "Armaggedon". Debo decir, que al igual que "Jt" (Ben Afleck), tampoco me gustaría de perderme de algo con Liv. Ahora, que la canción la cante mi suegro, algo "creepy", pero aún así, entre salvar a la Tierra y quedarme con Liv Tyler en la superficie, difícil decisión. Aunque si no salvo la Tierra, no salvo a Liv y bueno, una linda paradoja.



De ahí, saltamos al año 2001. No me malentiendan, yo tengo una suficiente dosis de ñoñeza, pero nunca tanto como para fantasear con elfas y hobbits. Pero Liv en "El señor de los anillos", bueno, yo acabaría con toda la Tierra media para estar con ella. Yo renunciaría a mi inmortalidad, de yo ser el elfo, aprendería a usar una maldita espada, aunque actualmente me corto hasta con el cuchillo de mantequilla, pero ese no es el punto. Liv tiene unos ojos preciosos, no sé que polimorfismos produce que las trigueñas tengan ojos azules, pero debo decir que es una de las mejores combinaciones que puedan formar una linda cara, una bellísima cara. Porque al final de cuentas, eso es Liv, una preciosa cara y una tipa de una actitud e historia la raja. Calmada, pero hija de una estrella de rock. La chica de al lado, si es que yo viviera en Malibú. Pero acaso ¿No la hace eso más apetitosa?

Las películas que tienen que ver sí o sí.

No todo es sangre y violencia en la vida (no todo es perfecto), de hecho, la vida está llena de problemas y el como la pasemos depende de que tan preparada estés para afrontar estos problemas. Pero hay cosas para las que la vida no te prepara, por ejemplo la muerte de algún familiar o que tu xbox 360 de eche a perder, de la nada ( sé que lo segundo puede llegar a ser bastante grave, pero tengo que ocupar ejemplos extremos). Y uno entra en depresión, sales, entras, engordas, adelgazas, te relajas, vuelve la pena, recuerdas el olor de tu abuelita al entrar a una tienda, etc. Pero todo pasa, aunque no siempre. Y quizás es porque uno quiere estar mal, de una forma muy subliminal. Pero en lo general, todo pasa.

Charlie, Charlie, soy yo, Alan, tu compañero de cuarto en la universidad, tu mejor amigo.



¿Por qué no me responde y por qué tiene el paleo tan largo y desaseado, si siempre fue tan ordenado? Es decir, recuerdo haber leído de su gran pena, hace unos años, pero ya pasaron 5 largos años de la tragedia. Por lo mismo, sigo insistiendo, hay cosas, para las que la vida no te prepara. Todo pasa, pero en la práctica, no es realmente todo. Entonces, lo mejor, es encerrarte en ti mismo y olvidar que alguna vez tuviste un pasado. No el sano "no dejar que mi pasado me domine", sino que borrar completamente tu pasado, casi como renacer. Así es "La esperanza vive en mi", que nos cuenta la historia de Charlie Fineman, un hombre que vivió una tragedia terrible y su mejor amigo de la universidad, Alan, que vive en el aburrimiento de ser un exitoso dentista, en Nueva York, consumido por la rutina. Y casi como prueba para los que no cree en el destino, se reencuentran, justo en el momento que mas se necesitan. Es terrible vivir una pena que te haga sentir que vas a perder la cordura, lo digo por experiencia. Pero claro que debe ser peor llegar a perderla y perder el dominio de tu realidad. Adam Chandler, Charlie, en su segundo papel dramático, la rompe. Quizás el ver a un tipo extremadamente gracioso sufriendo, hace que el drama sea aún peor o más creíble, como lo que pasa con Jim Carrey. Este es el típico ejemplo de una película buena, bonita, que llega a ser una buena película. Juega con tus emociones, hasta sacarle lágrimas al más rudo de los militares de fuerzas especiales.
Además sale Liv Tyler, que tiene uno de los ojos más bonitos del cine, como doctora más encima. Eso sumado a acosos sexuales, de mujeres a hombres y play station, hacen de esta película, necesaria para la vida. Aunque quizás me gusto porque dentro de mi cordura, yo tengo algo de Charlie Fineman, a lo menos el potencial de volverme loco.

Una curiosidad.

¿Por qué la gente siente la cercanía como para hablarme y contarme de todo? Me refiero a la gente que no tiene mi amistad hace años. Es extraño que gente, para mi extraña acuda a mi para consejos, chistes, un hombro donde llorar. Es decir, yo se los doy, pero luego me pregunto ¿Quién cresta es este sujeto? ¿Acaso tengo cara de buen tipo? Siempre pensé que era más bien una cara ruda, a lo Arnold Sharzenegger (no sé como se escribe, pero tú tampoco) en "Depredador 1". Puede que, en parte, tenga la culpa, algo así como el fenómeno "migas-palomas", me explico. Si yo estoy en mi ventana y pasa una paloma y la alimento, generalmente esa paloma tenderá a volver. Y traerá a sus amigas palomas y amigos palomos a mi ventana. Y esto es como lo mismo. Si tiendo a ayudar a alguien, ese alguien tiende a volver. A mi personalmente me gustaría que ese alguien tendiera una mano hacia su lado, más que volver a estirarla para buscar mi ayuda, pero en fin. Me pregunto si debiera ser siquiatra, aunque es como que un drogadicto manejara un programa "Di no a las drogas". Pero el futuro, uno nunca lo sabe.

Las películas que tienen que ver sí o sí.

Cuando has vivido toda tu vida en una gran ciudad, llena de ruido y gente estresada, empiezas a querer otras cosas "Cuando tenga el suficiente dinero, me voy de esta maldita capital". Y generalmente, cuando uno esta harto, enojado o hastiado de una cosa, en el inmediato quiere lo contrario, una completa media vuelta de 180°. Por lo tanto el campo no es una mala idea, para relajarse y salir de estrés, claro. Por lo menos a mi no es tanto el estrés lo que me molesta, sino que la compañía humana, persé. Soy un solitario y mientras tenga algo que hacer, la verdad, no necesito mucha compañía humana. Pero lo que más me gusta, es la tranquilidad, ni siquiera ese ruido de mar que se escucha en las conchitas, nada. Casi al punto de tener que aburrirme con el propio sonido de mi voz.



A veces, el campo no es tan tranquilo.

Lo malo de alejarse de la ciudad, es básicamente lo mismo que si tuviese una culebra de mascota por 15 años y luego, por pena, la llevara a la selva a vivir, raya a la suma, algo se comería a esa pobre culebra, incluso ella misma se digeriría, pensando que es otra culebra (es que las mascotas son estúpidas a la intemperie). Yo, un ser, casi humano, humanoide, diría yo, acostumbrado a todas las comodidades de la ciudad, tardaría en acostumbrarme a no tenerlas, claro está. ¿Y si pasara algún evento que requeriría de esa tecnología? Por ejemplo tengo urgencias de una pizza a las 12 de la noche. No va a haber una Telepizza abierta a las 12 de la noche en el campo, podría morir por inanición. Pero si pasa algo menos grave que eso, por ejemplo que un asesino en serie atacara la casa. En Chile no hay muchos, de hecho no los hay, pero fijándose en la copia que es nuestra sociedad de la sociedad gringa, no estamos muy lejos. Entonces ¿Qué haríamos? Tocan a la puerta y un sujeto destroza el cráneo de mi padre con un martillo. Estoy con un amigo, yo me escondo, él se esconde. Pero ¿Y mis sobrinos pequeños? Están solos, tengo que ir por ellos. Es mi vida o la de ellos o vivir sabiendo que fui un cobarde. Lo más probable es que muriera siendo un cobarde, por lo que, mejor ir a rescatarlos a los pequeños. Pero es demasiado tarde. Demasiado tarde para mi mama. ¡Maldito asesino! Si tan sólo me hubiese metido a boxeo tailandés, él sería pebre, en este momento. ¿Y mi amigo? ¿Dónde se metió? Mis padres son, bueno, fueron unos neo hippies que no creían en la tecnología, por lo que no hay teléfonos en la casa, ni siquiera una linterna, ¿Cómo mato a alguien con una vela? Tendría que quemarlo con velas calientes, de a poco, aunque en el mejor de los casos, dejaría sólo una marca. Mi espíritu de supervivencia, supera al de amistad. Me voy corriendo, corro, corro, 10, 15, 20 kilómetros. Descanso, pero un auto viene por los pastizales (y según han ido pasando los eventos, no creo que fuese un conductor ebrio). Sigo corriendo, 10, 15, 20 kilómetros. Por fin llego al pueblo vecino y me meto a una estación de servicio. Pero no hay nadie. Quiebro el vidrio y entro, las leyes ya no se aplican. Encuentro un teléfono, marco el 132 ¿O era el 133? No importa, no hay tiempo "Aló Bomberos ¿Quién habla?" ¡Maldita sea! Todo sale mal, que extraño que sea en momentos de horror. Miro a mi derecha y ¡Que coincidencia! ¡Un hacha! La voy a tomar y alguien la tiene agarrada. Es el asesino ¿Será esto como Punk´d, de Aston Kutcher? Aunque no se lo voy a preguntar, para que, por si acaso no lo es, mis últimas palabras no sean "Aston Kutcher".



Algo como así es Alta tensión, una de las mejores películas de terror que he visto en el último tiempo. Y es en Francés, aún mejor ¿Acaso su sociedad perfecta no puede tener asesinos seriales? Obvio que sí. Llena de gore, sangre y los más ridículos artilugios para matar ¿Quién se imaginaría lo que se puede hacer con un sacapuntas? Esto, sumado a una relación media lésbica, todo alejado de la ciudad, la hacen una película demasiado recomendable. Porque seamos honesto, por muy moralista que sea uno, las relaciones lésbicas, en el peor de los casos, nos son una curiosidad. Además, insisto, hay mucha sangre.

La inmortalidad del cangrejo.

¿A que se refiere la gente con esto? A mi, me lo dicen unas dos o tres veces por semana. Cuando me quedo callado más de lo habitual, cuando estoy en las nubes, cuando tomo un cangrejo en las manos como si fuera un cráneo, a lo Shakespeare, etc. Pero no entiendo su sentido. Me imagino que debe haber algo profundo en descubrir la inmortalidad de un crustáceo y si es que la tienen ¿Por qué los humanos no copiamos tal invento? O quizás las cremas rejuvenecedoras tienen algo de esta famosa "inmortalidad". O quizás se refiere a una inmortalidad de nombre, algo así como un héroe cangrejo que salvo a su raza crustácea y, por ende, ahora es un mártir. O acaso ¿Serán los cangrejos unas criaturas chupa sangre, estilo vampiros? Me pregunto entonces porque les gusta la playa.
Wikipedia lo describe como: "Pensar en la inmortalidad del cangrejo es una locución española que se usa para indicar que una persona está distraída fantaseando sobre algo. La frase suele emplearse de forma humorística para indicar que una persona no está atenta a lo que debe, sino en un estado como de contemplación o dejando vagar su mente.[1] También se usa para sacar a alguien de una ensoñación. Pero me pregunto si esto es un plan malévolo de los crustáceos para ocultarnos su inmortalidad, esperando que algún día, los humanos nos destruyamos unos a otros y ellos puedan dominar la Tierra. O quizás, pero esto si que es alejado de la realidad, soy muy volado.