23.2.09

Las películas que tienen que ver sí o sí.

Cuando has vivido toda tu vida en una gran ciudad, llena de ruido y gente estresada, empiezas a querer otras cosas "Cuando tenga el suficiente dinero, me voy de esta maldita capital". Y generalmente, cuando uno esta harto, enojado o hastiado de una cosa, en el inmediato quiere lo contrario, una completa media vuelta de 180°. Por lo tanto el campo no es una mala idea, para relajarse y salir de estrés, claro. Por lo menos a mi no es tanto el estrés lo que me molesta, sino que la compañía humana, persé. Soy un solitario y mientras tenga algo que hacer, la verdad, no necesito mucha compañía humana. Pero lo que más me gusta, es la tranquilidad, ni siquiera ese ruido de mar que se escucha en las conchitas, nada. Casi al punto de tener que aburrirme con el propio sonido de mi voz.



A veces, el campo no es tan tranquilo.

Lo malo de alejarse de la ciudad, es básicamente lo mismo que si tuviese una culebra de mascota por 15 años y luego, por pena, la llevara a la selva a vivir, raya a la suma, algo se comería a esa pobre culebra, incluso ella misma se digeriría, pensando que es otra culebra (es que las mascotas son estúpidas a la intemperie). Yo, un ser, casi humano, humanoide, diría yo, acostumbrado a todas las comodidades de la ciudad, tardaría en acostumbrarme a no tenerlas, claro está. ¿Y si pasara algún evento que requeriría de esa tecnología? Por ejemplo tengo urgencias de una pizza a las 12 de la noche. No va a haber una Telepizza abierta a las 12 de la noche en el campo, podría morir por inanición. Pero si pasa algo menos grave que eso, por ejemplo que un asesino en serie atacara la casa. En Chile no hay muchos, de hecho no los hay, pero fijándose en la copia que es nuestra sociedad de la sociedad gringa, no estamos muy lejos. Entonces ¿Qué haríamos? Tocan a la puerta y un sujeto destroza el cráneo de mi padre con un martillo. Estoy con un amigo, yo me escondo, él se esconde. Pero ¿Y mis sobrinos pequeños? Están solos, tengo que ir por ellos. Es mi vida o la de ellos o vivir sabiendo que fui un cobarde. Lo más probable es que muriera siendo un cobarde, por lo que, mejor ir a rescatarlos a los pequeños. Pero es demasiado tarde. Demasiado tarde para mi mama. ¡Maldito asesino! Si tan sólo me hubiese metido a boxeo tailandés, él sería pebre, en este momento. ¿Y mi amigo? ¿Dónde se metió? Mis padres son, bueno, fueron unos neo hippies que no creían en la tecnología, por lo que no hay teléfonos en la casa, ni siquiera una linterna, ¿Cómo mato a alguien con una vela? Tendría que quemarlo con velas calientes, de a poco, aunque en el mejor de los casos, dejaría sólo una marca. Mi espíritu de supervivencia, supera al de amistad. Me voy corriendo, corro, corro, 10, 15, 20 kilómetros. Descanso, pero un auto viene por los pastizales (y según han ido pasando los eventos, no creo que fuese un conductor ebrio). Sigo corriendo, 10, 15, 20 kilómetros. Por fin llego al pueblo vecino y me meto a una estación de servicio. Pero no hay nadie. Quiebro el vidrio y entro, las leyes ya no se aplican. Encuentro un teléfono, marco el 132 ¿O era el 133? No importa, no hay tiempo "Aló Bomberos ¿Quién habla?" ¡Maldita sea! Todo sale mal, que extraño que sea en momentos de horror. Miro a mi derecha y ¡Que coincidencia! ¡Un hacha! La voy a tomar y alguien la tiene agarrada. Es el asesino ¿Será esto como Punk´d, de Aston Kutcher? Aunque no se lo voy a preguntar, para que, por si acaso no lo es, mis últimas palabras no sean "Aston Kutcher".



Algo como así es Alta tensión, una de las mejores películas de terror que he visto en el último tiempo. Y es en Francés, aún mejor ¿Acaso su sociedad perfecta no puede tener asesinos seriales? Obvio que sí. Llena de gore, sangre y los más ridículos artilugios para matar ¿Quién se imaginaría lo que se puede hacer con un sacapuntas? Esto, sumado a una relación media lésbica, todo alejado de la ciudad, la hacen una película demasiado recomendable. Porque seamos honesto, por muy moralista que sea uno, las relaciones lésbicas, en el peor de los casos, nos son una curiosidad. Además, insisto, hay mucha sangre.