Esta no es una edad para estar quejándose. Me refiero a que cuando uno tiene entre 20 y 35 años, la idea es divertirse, pasarlo bien y pensar en uno. Cuando uno se casa, piensa en los demas, piensas en tu familia, en tu trabajo, en todos, excepto en ti y si piensas en ti, eres un mal padre o un mal esposo o un mal amigo, etc. Y la verdad es que es cierto, si uno se salta etapas, si uno no vive las experiencias que un cabro joven tiene que vivir y comete los errores que hay que cometer, para crecer, uno se equivoca siendo viejo y esa no es la idea. Hay que despertar en la esquina del departamento de algún conocido, sin polera y con rouge en el cuello, para aprender que no hay que tomar tanto, por lo menos para poder acordarse de lo que pasó el dia anterior (¿Qué habrá pasado?). Hay que estar preocupadísimo haciendo un examen de repetición, con challas en el pelo, para saber que si no estudiaste durante todo el año, por estar carretiando, bueno sería empezar a hacerlo antes del fatídico examen. Hay que estar amorosamente con la amiga de la muchacha que te gusta, pensando que así la vas a poner celosa. Hay que salir a festejar luego de una prueba super dificil y no tener como devolverte a tu casa, estando a 4 comunas de tu casa. Hay que vivir mil cosas estúpidas, hay que reirse de ellas al otro día o lamentarte del dolor de cabeza por el exceso de alcohol de la noche anterior. Te tienen que molestar tus amigos por haber coqueteado con una señora de edad y porque le gustas a alguna muchacha no tan agraciada. Te tienes que ir de mochileo con tus amigos, con poca plata en tu bolsillo y con hartas ganas de comer arroz solo, sin siquiera sal. Te tienes que hacer las ganas de trabajar vestido como imbécil en una campaña de supermercado, porque con esa plata vas a comprar el arroz para el viaje anterior. Y tienes que pensar en ti. Y saber que no es ser egoista, es vivir la vida. Que ahora si uno encuentra una oportunidad en lo que sea, romance, trabajo, estudio, hay que tomarla, cueste lo que cueste, si es que eso te hace sentir genial.
A los 20 años, dificil que encuentres al amor de tu vida y si generalmente asi lo piensas, no es algo objetivo, menos real, sino que interpolas un sentimiento de acostumbramiento, de estar cómodo, actual, a 20 años o a 30 "Si las cosas continuan como estan, claro que me caso, pero si ella cambia estas mil cosas que no me gustan". Y por ella sacrifico mi tiempo de estudio, de familia, de amigos, mio. Porque vale la pena. Y puede que la valga y mucho, pero aún así no vale pena perder todas esas cosas, al menos no a esta edad. Y perder a la familia y a los amigos no vale la pena nunca. Por nada ni nadie. No significa que si te sientes con ganas de casarte, termines la relación porque todo se funó por engancharse, sino que se trata de pensar en las razones del querer casarte a temprana edad. Se trata de vivir las etapas, de pasarlo increible junto a tu pareja, obvio que si, pero siempre acordándose de que no es la prioridad del momento. Que tu te vas a juntar con tus amigos el fin de semana, que tienes que estudiar para la prueba final del ramo, que tu mamá quiere estar contigo y tú la quieres acompañar a comprar. ¿Si quiere hacer todas estas cosas contigo? Genial, quizás hasta sea un signo de que sea la mujer de tu vida, pero siempre sabiendo que es un signo de mil que necesitas para tomar la decisión. Y no sólo con el romance, con cualquier actividad demandante de tiempo y ganas. Es usar la lógica de los surfistas, de los rastafari, pero añadiéndole algo de responsabilidad. Hacer lo correcto, pero no sólo para los demás, sino que para uno. Especialmente para uno.
A los 20 años, dificil que encuentres al amor de tu vida y si generalmente asi lo piensas, no es algo objetivo, menos real, sino que interpolas un sentimiento de acostumbramiento, de estar cómodo, actual, a 20 años o a 30 "Si las cosas continuan como estan, claro que me caso, pero si ella cambia estas mil cosas que no me gustan". Y por ella sacrifico mi tiempo de estudio, de familia, de amigos, mio. Porque vale la pena. Y puede que la valga y mucho, pero aún así no vale pena perder todas esas cosas, al menos no a esta edad. Y perder a la familia y a los amigos no vale la pena nunca. Por nada ni nadie. No significa que si te sientes con ganas de casarte, termines la relación porque todo se funó por engancharse, sino que se trata de pensar en las razones del querer casarte a temprana edad. Se trata de vivir las etapas, de pasarlo increible junto a tu pareja, obvio que si, pero siempre acordándose de que no es la prioridad del momento. Que tu te vas a juntar con tus amigos el fin de semana, que tienes que estudiar para la prueba final del ramo, que tu mamá quiere estar contigo y tú la quieres acompañar a comprar. ¿Si quiere hacer todas estas cosas contigo? Genial, quizás hasta sea un signo de que sea la mujer de tu vida, pero siempre sabiendo que es un signo de mil que necesitas para tomar la decisión. Y no sólo con el romance, con cualquier actividad demandante de tiempo y ganas. Es usar la lógica de los surfistas, de los rastafari, pero añadiéndole algo de responsabilidad. Hacer lo correcto, pero no sólo para los demás, sino que para uno. Especialmente para uno.