Por una crianza influenciada por creencias católicas, siempre tiendo a dar la otra mejilla cuando me hacen daño. Es como la definición de "buena persona". O de "pobre wn", dependiendo de quien lo analicé y del estado de ánimo del momento. Para mi, ahora tiene que ver con el segundo análisis. Yo podría tenderle una mano hasta al tipo que asesine cruelmente a mi familia. ¿Cómo no voy a ser un imbécil entonces? Pero no más.
Está bien que uno sea "buena persona". Pero todo tiene un límite. Y un límite bien pequeño. Ser buena persona con la gente que lo sea con uno. Y que a uno le caiga bien. Ni siquiera todo el conjunto de gente que sea buena persona o que nos caiga bien, sino que la intersección. Si no, uno siempre será un wn.
Cuando ya no queda nada más que hacer, ver en la Televisión o no se tiene xbox 360.
8.10.11
5.10.11
Nunca quedo mal con nadie.
Siempre me pensé, mejor dicho sentí, más parecido a un tipo de persona como House. No por inteligencia, sino que por ironía y mi apatía hacia la gente. Al menos creí sentirme apático. Hasta la primera vez que creía enamorarme, estando en Scout. Creí, porque claramente no amé a alguien a quien ni siquiera di un beso. Pero al igual que House, ese amor, me cambió- Me hizo apreciar al ser humano, como una criatura muy preciada. Pero no sé porque.
Los humanos somos mágicos, criaturas cuyo mero caminar, es milagroso. Pero las personas somos como el pene. No todos, dirán algunos. Y es verdad, hay gente, como la persona que llena mi inspiración en la actualidad (y espero por siempre), que son increíbles. Pero vale la pena tener esperanza por una humanidad, en la que un porcentaje muy pequeño, casi no medible de gente es buena. Es como el canal 2. Era increíble, daban programación de calidad y un humor buenísimo. Pero nadie lo veía, bueno casí nadie (yo, incluído). Por lo que lo cerraron.
No sé porque no puedo odiar a nadie. Me puede caer muy mal alguien, en la teoría. Pero siempre mis acciones apuntan hacia otra dirección. Y no sé porque.
Me gustaría ser un efector de odio, como House. Quizás, más allá de sentirme reflejado por él, me da envidia, a pesar de su soledad. Me da envidia que él si pueda odiar, si pueda aislarse.
¿Por qué no me gusta quedar mal con la mayoría? Si la mayoría no me importa...
Los humanos somos mágicos, criaturas cuyo mero caminar, es milagroso. Pero las personas somos como el pene. No todos, dirán algunos. Y es verdad, hay gente, como la persona que llena mi inspiración en la actualidad (y espero por siempre), que son increíbles. Pero vale la pena tener esperanza por una humanidad, en la que un porcentaje muy pequeño, casi no medible de gente es buena. Es como el canal 2. Era increíble, daban programación de calidad y un humor buenísimo. Pero nadie lo veía, bueno casí nadie (yo, incluído). Por lo que lo cerraron.
No sé porque no puedo odiar a nadie. Me puede caer muy mal alguien, en la teoría. Pero siempre mis acciones apuntan hacia otra dirección. Y no sé porque.
Me gustaría ser un efector de odio, como House. Quizás, más allá de sentirme reflejado por él, me da envidia, a pesar de su soledad. Me da envidia que él si pueda odiar, si pueda aislarse.
¿Por qué no me gusta quedar mal con la mayoría? Si la mayoría no me importa...
Viejo de las Palomas.
Hoy día, camino de mi lugar de trabajo junto a un amigo, vimos a un caballero alimentado a las palomas. En la plaza más pequeña de Santiago, no puede haber una que la supere. Un banco, un cuadrado de pasto. Muy "Sim social". Y me di cuenta que todos tenemos como una "pega", aunque sea tan simple como esa. Una función en el mundo. Es como el negro de las películas gringas. Cumple su función, de morir de alguna forma estúpida en algún minuto de la película. Este caballero, era "el viejo de las palomas" de esa plaza, no había otro. De llegar otro, me imagino que habría conflictos: "Oye, esta es mi plaza, mis palomas. Yo las compré" diría uno. "Ah perdón, no lo sabía" diría el segundo, tomando sus palomas y marraquetas y lléndose a otros parajes.
3.10.11
Accidentes de las circunstancias.
Siempre critiqué mucho a mi papá por no tener relaciones humanas trascendentes más allá de nosotros, su familia cercana. Porque ni siquiera con su hermano lo era. Veía como mi tío, su hermano, simplemente era un caballero que tenía el común denominador de tener la misma madre que él. Dado mi buena relación con mis primas, sus sobrinas, no entendía como podía ser esto. Adoraba a mis abuelos, no podía percibir un futuro sin ellos. Diez años después, pasa todo lo contrario. Pero las anteriores son relaciones impuestas, por consanguinidad, no las elegí. Entonces a medida que avanzaba la vida, los amigos se transformaron, por defecto, en la relacion humana más preciada. Yo los elegía, tenían que serlo. Y cuando uno es chico, no hay muchas diferencias. Pero la adolescencia deja estragos, el acné, las parejas. Los verdaderos amigos se mantienen con uno, uno se mantiene con ellos. Pero eventualmente uno entra a la Universidad. Y las carreras separan aún más. Y el filtro hace que se separen más amigos, que si o si queden contigo la gente más afín a ti. Y a esos, los separa los exámenes, las pololas, las responsabilidades. En realidad no puedo pensar en alguien más solo que en mi yo casado con hijos (no por soledad, dado que sería el tipo más feliz del mundo, sino por el grado de compromiso y de responsabilidad). Y luego la gente se queja de que la gente es "macabea". Pero uno ha sido "macabeo" años con los amigos, sólo que los otros amigos no se quejaban.
¿Cual es el problema con la significancia de las relaciones? Al final ¿Habrá tenido razón mi papá al ver a su hermano como un accidente de las circunstancias? ¿Los amigos también lo son?
Uno es amigo por ser compañero de nivel en el colegio o en la Universidad. Uno es cercano porque fue o no pareja de alguien. Y esas relaciones ¿A la basura? ¿Porque ya no carreteo tanto?, ¿Por qué sales mucho? ¿Por qué ya no vas al gym? o ¿Por qué sigues llendo a misa los Domingos? O simplemente cuando hay deberes, hay que hacerlos no más. No es que uno no aprecie estas relaciones, sólo que "hay prioridades en la vida".
Cuando Marcelo Bielsa dejó la selección se habló de "las viudas de Bielsa". ¿Habré dejado yo viudas? ¿Viudos? Recuerdo una vez hace 6 años, que me di cuenta que si yo muriera, nada cambiaría. Yo sé que ahora cambiarían, pero para muy pocas personas. El tema es que no creo que cambien para mis amigos. Sería, otra circunstancia. Una tragedia, que se olvidaría con el tiempo. Como se olvidan las relaciones pasadas cuando las responsabilidades son más importantes.
¿Cual es el problema con la significancia de las relaciones? Al final ¿Habrá tenido razón mi papá al ver a su hermano como un accidente de las circunstancias? ¿Los amigos también lo son?
Uno es amigo por ser compañero de nivel en el colegio o en la Universidad. Uno es cercano porque fue o no pareja de alguien. Y esas relaciones ¿A la basura? ¿Porque ya no carreteo tanto?, ¿Por qué sales mucho? ¿Por qué ya no vas al gym? o ¿Por qué sigues llendo a misa los Domingos? O simplemente cuando hay deberes, hay que hacerlos no más. No es que uno no aprecie estas relaciones, sólo que "hay prioridades en la vida".
Cuando Marcelo Bielsa dejó la selección se habló de "las viudas de Bielsa". ¿Habré dejado yo viudas? ¿Viudos? Recuerdo una vez hace 6 años, que me di cuenta que si yo muriera, nada cambiaría. Yo sé que ahora cambiarían, pero para muy pocas personas. El tema es que no creo que cambien para mis amigos. Sería, otra circunstancia. Una tragedia, que se olvidaría con el tiempo. Como se olvidan las relaciones pasadas cuando las responsabilidades son más importantes.
29.6.11
No iré más a una discoteque 2
Sé que dije que no volvería...quizás el error fue darlo como algo seguro. Pero técnicamente cumplí "No estaba realmente ahí".Era más bien como un observador, alguien que veía una película, una comedia, sobre tres hombres y sus ganas de ir a conversar a una disco.
Era fácil generarse de ganas, dado que la entrada fue gratis, el tema era mantenerlas. Pero para mi se me hizo fácil, no dado a mi falta de alcohol en la sangre, debido a mi tacañez, sino que lo tomé como un estudio sociológico. Yo no sé a que va la gente a las discoteques, de verdad no lo sé. Quizás una manera de reafirmar el ego "Si, soy atractivo, genial. Ahora puedo continuar con mi vida" o si son sólo simplemente ganas de pasar un buen rato bailando. Pero son demasiados argumentos, que me hacen desestimar esta segunda opción.
A ver, no sé a que van las mujeres, la verdad es que creo que ni siquiera ellas saben. Pero un hombre ¿A que va? A dar besos (y algo más). Es simple. No creo que alguien vaya a hacer amigas. "Oh, hoy hice una amiga más, ¡que genial!" Ahora, yo no soy dueño de la verdad, pero en general la respuesta más simple es la correcta. Pero este mundo falaz de las discos, este submundo del baile nocturno, es una tontera y claramente para pasarlo bien, hay que tomarlo así. Porque si tomamos a un grupo de 5 amigas, que bailan entre ellas y que esperan horas para que las saquen a bailar y decir que no. Una predeterminación para decir "No gracias, me arreglé 7 horas en mi casa, para bailar con mi amiga" Y la verdad es tan simple como que van a decir que no, hasta que realmente les interese alguien por su aspecto o parada, hasta juzgar al libro por la tapa. Y la verdad, me parece bien, dado mi dialéctica de que como cresta uno va a conocer a alguien en una disco. Pero esa predeterminación es una idiotez. Pero si me hizo mucha gracia en mis caminos hacia el baño, dado mi vegija irritable, como a uno, por muy feo que sea uno, lo miran, lo observan, paso a paso, esperando que este pobre tipo, esta gacela herida, las invite a bailar. Sólo para decir no. Pero uno, no lo hace. No por falta de ganas, ni por no creerse el cuento. Sino que por muchas ganas de dirigirse al baño, el objetivo final.
Por otro lado están los hombres, cuyo objetivo, ya los habíamos dejado más claro anteriormente. Llegan a la pista de baile ¿Y que hacen? Al igual que en la selva, tratan de cazar al animal más débil. Uno (o ellos, dado que aclaré que yo observaba), se dirige a la mujer que uno cree que tiene más posibilidades de decir que si, la más ebria, la menos agraciada, solitaria, etc. La que en este juego de rechazar hombres para llenar de orgullo su tanque de "autoestima", ha fallado, nadie la ha sacado a bailar. Por lo tanto, al aceptarnos, al no entender nuestros nombres, al no importarle que uno no pregunte el suyo, baila, desinhibidamente. Muy desinhibidamente. Por lo tanto, hombres, en su tarea de cumplir su objetivo final, besan (y algo más) a la muchacha en cuestión. Ellas también cumplen con su objetivo, el sentirse reafirmadas como figuras de deseo, aunque sean la pelota desinflada en el patio que uno tuvo que ocupar porque no había una pelota mejor para jugar una "changa". ¿Entienden por qué me es tan gracioso todo esto? Porque no estoy hablando de niños de 15 año que hagan esto, es la condición humana.
Me parece muy gracioso que las mujeres sigan llendo en manada a bailar. La verdad todos tenemos el derecho a hacer lo que queramos. Me parece muy gracioso que los hombres tomen como trofeos de batalla a estas gacelas heridas, por decirlo de una manera. Y más gracioso me parece a la gente que conoce a sus esposas en estos lugares. Ahora, uno nunca debe escupir al cielo, nunca.
Era fácil generarse de ganas, dado que la entrada fue gratis, el tema era mantenerlas. Pero para mi se me hizo fácil, no dado a mi falta de alcohol en la sangre, debido a mi tacañez, sino que lo tomé como un estudio sociológico. Yo no sé a que va la gente a las discoteques, de verdad no lo sé. Quizás una manera de reafirmar el ego "Si, soy atractivo, genial. Ahora puedo continuar con mi vida" o si son sólo simplemente ganas de pasar un buen rato bailando. Pero son demasiados argumentos, que me hacen desestimar esta segunda opción.
A ver, no sé a que van las mujeres, la verdad es que creo que ni siquiera ellas saben. Pero un hombre ¿A que va? A dar besos (y algo más). Es simple. No creo que alguien vaya a hacer amigas. "Oh, hoy hice una amiga más, ¡que genial!" Ahora, yo no soy dueño de la verdad, pero en general la respuesta más simple es la correcta. Pero este mundo falaz de las discos, este submundo del baile nocturno, es una tontera y claramente para pasarlo bien, hay que tomarlo así. Porque si tomamos a un grupo de 5 amigas, que bailan entre ellas y que esperan horas para que las saquen a bailar y decir que no. Una predeterminación para decir "No gracias, me arreglé 7 horas en mi casa, para bailar con mi amiga" Y la verdad es tan simple como que van a decir que no, hasta que realmente les interese alguien por su aspecto o parada, hasta juzgar al libro por la tapa. Y la verdad, me parece bien, dado mi dialéctica de que como cresta uno va a conocer a alguien en una disco. Pero esa predeterminación es una idiotez. Pero si me hizo mucha gracia en mis caminos hacia el baño, dado mi vegija irritable, como a uno, por muy feo que sea uno, lo miran, lo observan, paso a paso, esperando que este pobre tipo, esta gacela herida, las invite a bailar. Sólo para decir no. Pero uno, no lo hace. No por falta de ganas, ni por no creerse el cuento. Sino que por muchas ganas de dirigirse al baño, el objetivo final.
Por otro lado están los hombres, cuyo objetivo, ya los habíamos dejado más claro anteriormente. Llegan a la pista de baile ¿Y que hacen? Al igual que en la selva, tratan de cazar al animal más débil. Uno (o ellos, dado que aclaré que yo observaba), se dirige a la mujer que uno cree que tiene más posibilidades de decir que si, la más ebria, la menos agraciada, solitaria, etc. La que en este juego de rechazar hombres para llenar de orgullo su tanque de "autoestima", ha fallado, nadie la ha sacado a bailar. Por lo tanto, al aceptarnos, al no entender nuestros nombres, al no importarle que uno no pregunte el suyo, baila, desinhibidamente. Muy desinhibidamente. Por lo tanto, hombres, en su tarea de cumplir su objetivo final, besan (y algo más) a la muchacha en cuestión. Ellas también cumplen con su objetivo, el sentirse reafirmadas como figuras de deseo, aunque sean la pelota desinflada en el patio que uno tuvo que ocupar porque no había una pelota mejor para jugar una "changa". ¿Entienden por qué me es tan gracioso todo esto? Porque no estoy hablando de niños de 15 año que hagan esto, es la condición humana.
Me parece muy gracioso que las mujeres sigan llendo en manada a bailar. La verdad todos tenemos el derecho a hacer lo que queramos. Me parece muy gracioso que los hombres tomen como trofeos de batalla a estas gacelas heridas, por decirlo de una manera. Y más gracioso me parece a la gente que conoce a sus esposas en estos lugares. Ahora, uno nunca debe escupir al cielo, nunca.
7.5.11
Profesor
¿Le puedes enseñar algo a alguien si realmente no lo sabes?
En general, cuando uno realmente aprende algo, realmente lo sabe, lo puede enseñar. Y eso es lo bueno de enseñar a otros compañeros, cuando uno es estudio. Reafirmar la confianza de que uno sabe las cosas. Pero si uno quiere enseñar de la vida, ¿Se puede si realmente uno no sabe que es vivir?
¿Cómo decirle a ese niño de 16, que todo va a estar mejor? Si realmente no lo creo. ¿Cómo decirle que las cosas van a cambiar? Si pasados los años, si 10 años después, no cambian, empíricamente no cambian.
Quizás porque es lo humano de hacer, no quitarle las esperanzas, a alguien que recién se las está empezando a crear. Porque al final, esperanza y buena suerte no existen, sino que es algo que realmente uno inventa y la vida nos ayuda a reafirmarlo. Y que cuando no resultan las cosas, están los amigos o la propaganda que nos dice que todo puede mejorar, pero que primero compremos Coca Cola y disfrutemos de la vida.
Todo estará mejor...
En general, cuando uno realmente aprende algo, realmente lo sabe, lo puede enseñar. Y eso es lo bueno de enseñar a otros compañeros, cuando uno es estudio. Reafirmar la confianza de que uno sabe las cosas. Pero si uno quiere enseñar de la vida, ¿Se puede si realmente uno no sabe que es vivir?
¿Cómo decirle a ese niño de 16, que todo va a estar mejor? Si realmente no lo creo. ¿Cómo decirle que las cosas van a cambiar? Si pasados los años, si 10 años después, no cambian, empíricamente no cambian.
Quizás porque es lo humano de hacer, no quitarle las esperanzas, a alguien que recién se las está empezando a crear. Porque al final, esperanza y buena suerte no existen, sino que es algo que realmente uno inventa y la vida nos ayuda a reafirmarlo. Y que cuando no resultan las cosas, están los amigos o la propaganda que nos dice que todo puede mejorar, pero que primero compremos Coca Cola y disfrutemos de la vida.
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