Cuando era adolescente, con mis amigos responsables siempre nos dijimos lo mismo "estas mismas minas que no quieren salir con nosotros ahora, se van a casar con nosotros cuando decidan sentar cabeza". Todo esto en reacción al poco entendimiento que teníamos del género femenino, producto de estar concentrados en nuestras ñoñadas, de no salir a carretear, de no tener un grupo de amigas o simplemente de no estar en un colegio mixto. Ocho años después y estudiando los tres las carreras más tradicionales que existen, las más codiciadas en términos de esposas (quizás todo esto suene muy machista, pero es así), sigo pensando lo mismo. Ahora, yo no quiero casarme, pero ese es otro cuento. La diferencia está que ya no pienso que las mujeres sean unos seres totalmente inentendibles, si irracionales, eso es lo que las diferencia de nosotros hombres, hombres de lógica. Dentro de su irracionalidad, todas (al igual que como para muchas "todos nosotros" somos simples), todas cumplen un patrón de irracionalidad casi igual a E=MC al cuadrado o algo por el estilo. Sé que a nadie le gusta caer dentro de casillas, de igualdades, pero la verdad, en comportamiento amoroso, son todas iguales y si, para mi sorpresa, son predecibles. Quizás son estos conocimientos los que ocupan todos los hombres que son unos idiotas con las mujeres. O quizás son el tener esos conocimientos los que llevan a portarse mal hacia las mujeres, quizás son ellas mismas, que sé yo.
¿Qué voy a hacer con este conocimiento? Podría escribir un libro, como ya hay varios circulando, para así hacerme millonario producto de la desdicha de miles de personas que son como era yo. Pero no, no vale la pena. Podría ser el wn más idiota con las minas que haya existido. Pero no, no soy así de misógeno. Podría simplemente encontrar la felicidad con una, pero al igual que las drogas, sería una felicidad artificial. Sólo haré una cosa, haber escrito esto y es suficiente. Ojalá que alguno que tiene problemas de este tipo, pierda menos tiempo sufriendo y más tiempo leyendo sus cómics.
