No fue el mejor sueño que he tenido, claramente aquellos en que aparece Kirsten Dunst tienen que ser los mejores, por derecho ganado con los años, pero si fue bastante bueno, aunque es una lata conocer a una mujer así, sólo en sueños.
Ahora, debo admitir una cosa, ella es conocida, hay cero onda entre los dos, pero quizás, como en el sueño, sólo se necesito un ascensor y dos miradas, para saber lo que venía. Y yo creo que eso fue lo genial del sueño, más que un mero beso. La simpleza, para no decir facilidad y atentar contra la hidalguía. No tener que descifrar comportamiento estúpidos, no tener que aparentar nada para ella, ser uno mismo, captar la atención, (la necesaria para que pasara lo que pasó en 18 pisos de edificio). Cero complicaciones, como debe ser. Yo sabía que quería darle un beso, yo sabía que ella quería lo mismo, por lo tanto, pasó. ¡Simpleza por Dios! Que asunto más rico, debo decirlo. Nos bajamos en el piso 1 y adiós, sonó la alarma de mi celular y a jugar a la pelota. No sé si exista una mejor manera de empezar las vacaciones.