3.3.09

Las muchachas de Salado.



El día de hoy haré algo inédito, mi columna no será fiel. Es que, a veces, no puedes querer a sola una y las quieres todas. Aunque este no es el caso, no puedo escribir de sólo una.
La primera chica es más joven que yo, aunque no lo suficiente como para ir encarcelado, pero si lo suficiente para ser excelente. Sin dejar la superficialidad de mi comentario, debo decir que esta chica es preciosa, de rasgos alargados, tez blanca y un hermoso pelo oscuro. Pero lo más rescatable de Francisca Valenzuela no es lo hermosa que es, sino que es un bonus. Lo más rescatable es su actitud feminista consecuente, aptitudes jazzísticas, personalidad rockera y bueno,su talentosa forma de ser.



Debo decir que no me gusta la música en español, no mucho al menos, rock de los 80 y algunas canciones de Juanes y sería. Pero jamás una interprete femenina me había llamado la atención, como si lo había hecho, no sé, "Natalie Imbruglia". Pero cuando el año pasado escuché el disco "Muérdete la lengua", caí rendido ante su voz, su piano y su guitarra. Sus letras hablan del verdadero sentido del feminismo, el que yo tanto admiro y que quizás he buscado toda mi vida. ¿Un hombre buscando feminismo? Bueno sí, dado que busco consecuencia, una actitud orgullosa, una personalidad diferente, una persona rescatable y bueno, atractiva "apeeling" es el término en ingles (lo escribí como si pronuncia, si me equivoco, no importa). Francisca, si ella me permite este lujo de tutearla, es todo lo que busco en una mujer, no sé si para pololear, pero para pasarlo demasiado bien. Para poder decir "te llamo mañana" y cumplir, ganoso y contento y no por obligación o no querer ser mala persona, atrapado por mis propias palabras, a la que tendría de papel tapiz del celular y no me daría vergüenza. Es una modelo para toda mujer y el mundo sería muchísimo mejor si las mujeres, en vez de envidiarla, la tomaran como ejemplo a seguir.




¡In my life, todo el rato!

Ahora, como dije en un principio, no puedo el día de hoy serle fiel a una, siendo, como lo dicen las canciones de Francisca "hay muchos peces en el mar, pero es cosa de uno elegir según el estado de ánimo".
Debo decir que las siguientes muchachas han sido un placer culpable hace muchos años, muchos (por lo que no soy pedófilo por amarlas hasta el hueso). Me refiero a las "cabras chicas gritonas".



Haber, cuando me comenzaron a gustar, yo pensaba que esto era una sátira a la mujer tonta, pero que, en realidad, no había ninguna mujer así. Quizás por lo mismo las aprecié tanto, es que me gustan las personas "especiales", por ser "únicas". Una vez en la universidad, me di cuenta que más que una sátira, es un informe, un resumen social de lo que realmente hay en ciertos estratos sociales o ciertos tipos de universidad donde no hay mucha gente, "intelectualemente rescatable". Luego, me di cuenta que eso da lo mismo, porque lo rescatable no es lo intelectual, sin que la actitud que tengan a la vida. Estas chicas tiene todo eso, excepto lo intelectual. Pero como decía, da lo mismo, porque todo lo que importa es la actitud, al igual que con Francisca. Me encanta la actitud risueña de estas muchachas, dejando de lado lo físico, siendo totalmente claro,d e antemano, que son absolutamente preciosas y bueno, es cosa de ver que tienen ojos claros. Con una risa hueca, con una impresión coqueta y bueno, con los ojos perfectos, me conquistaron. Y yo creo que de eso se trata el enamoramiento. Si quisiera leer en una biblioteca con una chica, bueno, ¿Quién me manda a conocer muchachas en una discoteque? No pues, la idea es disfrutar la vida, aunque sea como amigos (siendo por segunda vez, totalmente claro en que no existen las amistades hombre-mujer).
Estas tres mujeres son totalmente distintas, polos entre lo intelectual, lo rockero, la música, lo cool y las risas y buenos ratos. Pero en la diversidad está lo bonito de la vida. Francisca es un parámetro y estoy absolutamente enamorado de ella. Y la Cata y La Isi me hacen feliz, quizás serían las perfectas amigas, a quienes, en un minuto de lujuria, besaría, para luego, continuar con la bonita amistad.