5.1.09

Una imagen, vale más que mil palabras o bueno, que trecientas.


En los últimos días me he dado cuenta, en la práctica, de algo que ya sabia teóricamente. La gente es muy hipócrita, creo que ese es el término correcto para ser cara de raja, si no, disculpen la ignorancia. Como que a mi, si voy a cuestionar a alguien, estilo club de madres, es porque tiendo a, al menos tratar, de mantener un comportamiento adecuado, apto para menores y curas. ¿Qué esto no me ha resultado del todo? Lo tengo claro, pero al menos trato y, por sobre todo, dado que he fallado, sobre todo en el último tiempo, trato de no cuestionar a Raimundo y todo mundo. Pero hay gente, no todos (es que hay que ser políticamente correcto) que tiende a hacerlo siempre y llenarse la boca de críticas hacia el resto. Cuando su mismísima vida está llena de actos reprochables, cuestionables y por lo bajo, políticamente incorrectos. Pero claro, es la gracia de ser humano, equivocarse. Pero también el saber que se erra, no creerse perfectos y andar cuestionando a todos, casi como si se fuera un Dios. La gente, nosotros, nos equivocamos, tiende a enjuiciar intenciones. Si te choco con el auto porque te quería chocar, golpeame. Si me quede dormido por andar estresado y triste por la muerte de algún familiar, enójate, pero trata de no basurearme, al menos tanto. Y así con todos. El mundo sería tanto mejor si es que uno contara hasta 10, ni siquiera, hasta 1 y dijera, "Bueno, la verdad, yo también la he embarrado", aceptas la disculpa y te vas. Si quieres después pones una foto mía en un blanco para dardos, ningún problema, yo también lo he hecho (algo con mi nariz que tiende a ser un gran blanco). Pero date ese segundo. Al menos lo habrás intentado.