24.1.09

Reflexiones al azar 3.

Últimamente me he dado cuenta de lo posesivo que podemos llegar a ser los humanos y de lo idiota que somos al darle significancia, a cosas que no la tienen. Cosas y personas, eventos, recuerdos, etc. Viendo un show de “Stand up comedy”, sobre las relaciones amorosas, me pude dar cuenta, de algo que ya estaba en mis pensamientos. El del enamoramiento a lo "Disney" y el enamoramiento real, que tiene mucho que ver con las dos cosas anteriores que mencioné. El amor a lo "Disney", bueno, el típico “enamoramiento” falso, el “enganchamiento”, es un mal, pero necesario. Para madurar, para pasarlo bien, para aprender cosas, para algo, tendrá que servir. Pero al final de cuentas, está claro que es una invención romántica, con el sólo propósito de mantener a una sociedad consumista, como consumidora. Mientras menos pensemos mejor. Y esto no es una gran confabulación de una mente siniestra que quiere controlar el mundo, sino de todos nosotros, contra, bueno, nosotros mismos. Es una “auto conspiración”. Y exitosa, claro está. Pero en fin, así son las cosas. Pero yo me doy cuenta cuando entro al mall y me da lata que pueda encontrarme con alguien de mi pasado. Es decir, ya no me importa, pero igual me da lata. “Eso quiere decir que aún te importa”, me diría alguien. Pero no, son sólo sentidos de posesión que le doy, que le damos a las personas y a las cosas, como si nos pertenecieran por derecho de nacimiento. Si de repente hasta cuando mis amigos se juntan sin mi, me da lata. Es tonto. Pero pasa. Es que los sentimientos, tanto como humanos, comparten una misma característica con sus dueños, son idiota e irracionales. “¡¿Por qué están mirando la Luna?¡”, es mía, le dije a un grupo de turistas japoneses. ¡Vuelvan a su maldita isla! ¡El sol es mío, paren de tomar sol! Y así sigue la historia. Porque ¿Saben la cantidad de veces que algo puede haber pasado por sus ojos, antes de que sintieran sentido de propiedad sobre él, ella, eso? Bueno, el decir miles, me haría quedarme corto. Por lo mismo, es un sentimiento estúpido (aunque al decir sentimiento, infiero lo otro). Lo mejor es contar hasta diez, notar lo imbécil que se está siendo y seguir caminando. Siempre seguirá pasando, uno siempre pensará que encontró a su alma gemela cuando simplemente eso no pasa, al menos no a cada rato como la mayoría de la gente lo experimenta. Uno siempre pensará que uno es perfecto con esa otra persona, que acababan las oraciones del otro, pero, bueno, simplemente es azar y tontera, puesta en un solo lugar llamado “relación”. Pero ¿Qué esperaban de relacional a dos seres en un estado irracional? Por lo mismo, sólo hay que disfrutar, no dar tanto significado falso a las cosas y vivir. Ya, habrá tiempo de enamorarse, de ser posesivo con alguien o algo, cuando uno se esté recién enamorando, a los 30 años de matrimonio.