23.1.09

Las muchachas de Salado.

"No me vuelvo a enamorar", le decía falsamente a mi tía, hace un rato. Es que claro, mi familia cree que el fracaso amoroso, fue una sola vez, pero han sido varias, casi todas, desconocidas para ellos. Pero claramente es una falacia.



Me voy a enamorar, una y otra vez. Ahora, no realmente y ahí tendría que entrar al territorio filosófico para explicarlo y no es necesario, en este momento. Será bonito, será horrible, pero "será". Como decían en "Virgen a los 40". El amor, el enamorarse, es a toda raja. Subes de peso, bajas de peso, te quieres suicidar, lloras, tienes que cambiar tu número de teléfono, dirección de correo electrónico, tienes que fingir que no conocer a ciertas personas, pero al final, es genial (creo que olvidé las ganas de vomitar). Pero es cierto, dada nuestra naturaleza hedonista, el amor es genial, porque lo pasas bien, a pesar de la mierda. Y esa, es la gracia de la vida. Pero es una falacia lo de no volver a enamorarme, si ahora, en este momento, estoy enamorado. No realmente, como decía antes, pero si tengo todos los síntomas de la enfermedad. Me enamoré de esta rubia preciosa, de grandes pechos, rica personalidad y paciencia por las cosas ñoñas. Si, me refiero a Penny, de "The big bang theory".



Es que "Penny", Kaley Cuoco, es preciosa. Y al final es la típica historia, que se repite a lo largo de la vida, de toda persona nerd. Ves a una linda chica, estilo "Everest", te enamoras y haces de todo por conseguirla. Hasta que te desilusionas por no conseguirla, sufres medio segundo y te vuelves a "enamorar". Ahora ¿Lo particular? Es que los personajes de esta serie, son increíblemente ñoños, tanto como yo. Quizás igual de ñoños, pero más inteligentes. Por lo que pueden citar cosas más inteligentes y de un humor negro superior que yo, que me muevo por caminos más "light". Y al medio de todo esto, al centro, como siempre, una chica, predeciblemente rubia.
Pero sorprendentemente simpática y con paciencia de tratar de entender, lo que nunca comprenderá, el mundo ñoño. Es ruso para ellas, arameo antiguo. Y así tiene que ser. Pero ella tiene paciencia y ánimo de soportar las mismas cosas que ellos siempre han estado dispuestos de soportar con ellas, lo "inentendible". Porque si las mujeres son seres poco claros y que nadie las entiende, ni ellas, las minas ricas son las peores.
Pero "ellos" (nosotros), babosos, siempre hemos estado dispuestos. Ahora,

¿Qué ella lo esté? Sensacional y bueno, por eso el éxito de la serie. Y porque, bueno, claro está, al final no era tan "inalcanzable". Y como he dicho antes, es rico saber de una mina preciosa, alcanzable, aunque sea por mili segundos. Una mujer, consciente de su belleza, pero al mismo tiempo aterrizada. Difícil, diría imposible de encontrar, fuera de esta caja mágica llamada Televisión.