18.1.09

Lanzamiento de zapatos.

"Sólo quería saber, si era la chica que me había dejado su zapato", decía el periodista que le lanzó el zapato al Presidente Bush, hace mes y medio. "Lo comprendo", respondía Bush "Sé lo atractivo que soy". Pero pensar que el en medio oriente, lanzar un zapato es el peor insulto que se puede dar, es lo que le darías al asesino de tu madre, al meteorito que acabo con los dinosaurios, al que inventó en brócoli, así de fuerte. Y no sé si podría lanzarle un zapato a alguien, viéndolo de esa manera, sencillamente, no odio tanto a alguien. Es que, no me interesa. Se podría decir que soy demasiado flojo para odiar. Cuando yo he dicho que no odio a nadie, generalmente la gente me dice "Ya, pero a alguien tienes que odiar" o "Que niño tan bueno de sentimientos", "Hey, hey, sólo es de flojera" Al menos, mi flojera, resulta en algo bueno. Me pregunto si es que no estudio más, ¿Descubriré petróleo en el patio del edificio? Bueno, quizás para eso, tendría que ser ocioso. Por lo demás, creo que yo también le tiraría un zapato a Bush, sólo que le apuntaría bien. Ahora, si crean una ametralladora de zapatos con tacones, cuídense flaites del mundo, porque allá iría primero.