Llegamos a un colegio de mala muerte. La verdad no era lo que imaginaba con "campeonato nacional". De ahí me enteré de que estas eran las clasificatorias a ese campeonato y que nunca habíamos pasado, ni siquiera la primera ronda de clasificación. De ahí las lágrimas de Gorila, en los años anteriores. Aunque es raro ver llorar a alguien de más de 1,90 m y cuerpo de rugbysta, pero debe haber sido humillante. Pero eso no pasará más, Salguragui esta aquí. "Salguragui", escuché a lo lejos. Estarás en la banca y nos servirás como aguatero el día de hoy. A todos nos ha tocado y en este partido te toca a ti. "¡Pero Gorila!, estás desperdiciando mi talento" "No lo creo, por lo mismo, atento con las toallas" Maldito gorila, cree que puede llegar y sentarme en la banca, que humillante. Lo peor es que Javiera me estaba saludando, con la mejor de las caras. Es que es tan preciosa, tan hermosa, ¡tan tan!. En fin, las lesiones ocurren. Y también dicen que uno que otro jugo Yupi entregado a mis compañeros, puede que haga mal al estómago, a más de uno. Puede que el enfermo sea Andrés ¡Ja! Maldito zorro, te tengo. ¡Soy un genio! Pero ahí estaba Javiera, seguía mirándome. Aunque puede que haya sido a Andrés. Estaba sonrojada. No podía hacer algo así de mal intencionado, estando ella en el gimnasio. El IPE, clasificaría, Salguragui se aseguraría de eso, aunque fuese entregando toallas de la manera más talentosa posible.
El partido era contra un equipo llamado "Compañía María de Apoquindo". Ellos, eran los últimos campeones de la clasificatorio y salieron segundos en el campeonato nacional. En realidad era la peor primera ronda que podíamos enfrentar, pero, Javiera miraba y yo no me rendiría. El partido empezó y Gorila ganó el salto. ¿Ganaremos el partido? ¿Le provocaré diarrea a Andrés?