21.12.08

Me di cuenta.

Creo que ya sé porque siempre fui pesimista. Creo que al tener presente las cosas malas de la vida, me pude dar cuenta de las buenas, sólo que no a tiempo, hasta ahora. Generalmente, los adjetivos calificativos se dan en contraste, por si solos como que no sirven. Si yo le digo a alguien que es buena persona, es porque yo y ella o él tienen claro lo que es ser mala persona. Si no existiera el mal, la verdad que que el decirle bueno a alguien, sería tan útil como expeler un gas, en su cara. Y para la vida lo mismo. Yo siempre fui un tipo bastante pesimista y oscuro, estilo Batman, pero con menos plata y menos músculos. Como que sentía que en algún lado de la vida, había alguien controlando mi destino. Y me estaba perjudicando, maldito idiota. Y al tener siempre presente que me iba a pasar algo malo, sabía perfectamente lo que era bueno, al menos para mí. Pero no me daba cuenta que ya me estaba pasando, ese es el efecto adverso de ser netamente pesimista y nada más. Y no vale la pena, como en esa canción de Aerosmith, perderse la más pequeña cosa, una sonrisa, un beso, una amistad, una aventura, una historia, una saludada de mano. El pensar todas las veces que le pude gustar a alguien, sin drme cuenta, no me genera nada bueno. Me explico. Para mí, una de las mejores cosas que le pueden pasar a uno, es gustarle a alguien. Pero no tiene nada que ver con ego ni físico. Externamente, uno, por muy feo que se sea (claraemnte no es mi caso), siempre le va a gustar a alguien (es que hay mucha gente miope), por lo que no es una buena vara para medir. Lo mismo que intelectualmente, emocionalmente, por moda, etc. Siempre cuando le gustas a alguien por una sola cosa, en realidad no vale mucho la pena. Tiene que ser una combinación de cosas, por ejemplo, físicamente e intelectualmente o intelectualmente y emocionalmente o simplemente por físico y moda. Pero hay una combinación. El que le gustes a alguien, es como que alguien vote por ti para Presidente de la República, alguien cree en tu parada hacia la vida y hacia las cosas y eso es genial. Y el enterarte de esto despues, mil años despues de pasó el momento, simplemente porque seguiás criticando a la vida porque te pegaste en la rodilla hace 8 años, no vale la pena.
El pensar en todas las cosas que no hice, tampoco sirve de nada. Lo mejor es que en el presente no me pase y eso ya lo tengo clarísimo. Porque la vida es así, llena de cosas malas, malísimas, pésimas. Pero lo mejor es que por lo mismo hay millones de cosas buenas. Y podría perder mi vida criticando a los de Internet por cortarme la señal, aún habiendo pagado, claro que sí. Pero la verdad, no vale la pena, si es que en ese rato, puedo estar dando un beso, haciendo reir a alguien o simplemente leerme 10 páginas, del mejor cuento de Bradbury.