24.2.06

La solidaridad



Solidaridad, palabra tan importante en la vida, tan importante en la humanidad y al yo decir que no existe puede que me gane muchos enemigos, pero su inexistencia es algo verdadero. Voy a analizar un caso cualquiera experimentado por mí hace algunas semanas. Todos los días tengo que ir al preuniversitario de cinco a ocho de la noche, haciendo este viaje siempre en micro y en metro. Cuando me bajo en la estación “Escuela militar” y subo por sus extensas escaleras, veo siempre a una señora de edad pidiendo dinero. Esta señora esta muy dañada por los años y se nota que la vida ha sido muy dura con su persona, pero al pasar la ignoro y sigo mi camino hacia mi casa de estudios. Siempre la ignoro porque dar dinero no es exactamente lo mío, me agrada para nada de hecho. Ese dinero es de mi padre, no es mío y él me lo da para que le de un buen uso. Ya estando en clases, su imagen no para de estar en mi cabeza, la imagen de la pobre viejita muerta de frió. El asunto es que de camino a mi casa, terminado el preuniversitario, no puedo ignorarla como la primera vez, por lo que saco de mis bolsillos el dinero.
Esto es algo que me pasa todos los días, no sólo con la viejita. Entonces si alguien que sea tan asiduo al metro, como mi persona, ve estos actos y pensará “Pero que niño tan bueno”, “Es un iluminado de Dios” o cualquier falacia parecida. Quizás esa persona comente esto con su familia y así comenzaría a correr la voz de un asunto tan poco importante como el que acabo de contar. Mi ente se transformaría en una especie de santo, pero quien mejor que yo para saber que esto no es más que una mentira. La verdadera razón es que al ignorarla la primera vez, me sentí mal conmigo y como siempre los humanos, mas bien, los seres vivos buscamos sentirnos de la mejor forma posible, le di dinero. Si esto iba a hacerme sentir mejor, le iba a dar todo el que pudiese. Fue un acto completamente personal y egoísta. Y podría estar seguro que no soy el único que siente lo mismo, podría arriesgarme a decir que toda la humanidad se rige por el mismo patrón, sólo que de distinta forma.
A continuación voy a dar una serie de enunciados para tratar de convencer a los que todavía se consideren incrédulos.

¿Qué es la solidaridad?
Para comenzar daré la definición de solidaridad que podemos encontrar en un simple diccionario de la lengua española.
-Solidaridad: Entera comunidad de intereses y responsabilidades.
Modo de derecho u obligación que se debe hacer por entero.
Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros.
En sociología, característica de la sociabilidad que inclina al hombre a sentirse unido a sus semejantes y a la cooperación con ellos.
Esto es algo que quizás nos guíe pero no convence completamente. En realidad la mejor definición es la de la sociedad, que dice: “Solidaridad es ayudar a otro u otros de manera desinteresada”. Acá es donde quería llegar, a la palabra desinteresada. En esta palabra me baso para afirmar que la solidaridad no existe, ya que por muy buena y santa que sea la persona, siempre buscará su propio conforte.
Tal vez necesitaríamos inventar una palabra para redefinir el acto, algo más cercano al ayudador interesado. Entonces la solidaridad estaría siendo una utopía, un mundo ideal en que la gente ayude sin buscar su propia felicidad. Pero esto es imposible, no sólo por nuestra crianza, sino por la sociedad en que vivimos y a nuestra propia historia como humanidad.
Habiendo ya analizado la definición de solidaridad, pasaré a analizar su estructura, mas bien, los organismos encargados de llevar a cabo esta “linda labor”.
-Hogar de Cristo: muy conocida es la labor de esta organización comenzada hace más de cincuenta años por el padre Alberto Hurtado. Desde ese día, se ha dedicado a la ayuda de indigentes, personas que no son capaces de mantenerse solos, de muchas formas: dándoles comida, abrigo, un techo y una persona en quien respaldarse y cobijarse. ¿Qué mala palabra podría tener yo acerca de Alberto Hurtado? Absolutamente nada, era una persona ejemplar que siempre busco ayudar a los demás. Incluso hasta el punto de no preocuparse de recuperar su salud y así morir más viejo y no a los cincuenta y dos años, como ya sabemos.
Quizás lo único malo que podría decir de él, es que fue demasiado egoísta con la gente que lo quería, por el hecho de haberse muerto a tan temprana edad. Pero no sabemos sus motivaciones verdaderas, tal vez quería estar bien con Dios, como en la Biblia se habla tanto de ayudar a los demás. Pero ¿Qué es lo que dice la Biblia?, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, “Ayuda al desvalido”, etc. De todas estas recomendaciones dice la Biblia, de todos los que las cumplan será el reino de los cielos. Entonces ya podríamos decir que la parte desinteresada no existe, que al ser católico y ayudar a las personas según nuestra religión, no estaríamos siendo solidarios, porque nuestro interés sería el llegar a estar con Dios en el reino de los cielos.
Para continuar con el hogar de Cristo miles de personas han sido beneficiadas por esta organización. A lo largo de los años han sido miles los que han recibido este honor, esta ayuda celestial. Pero como en Chile la pobreza ha ido aumentando, en número de personas sin tomar en cuenta porcentajes, este hogar ha tenido que crecer para llenar todos los espacios en que se le necesite. Como el Estado, cualquiera sea la época o color político, no destina dineros hacia la ayuda contra la pobreza, el hogar de Cristo ha tenido que respaldarse en empresas particulares para sobrevivir. Ahora el hogar de Cristo está casi cien por ciento en manos de empresarios que sólo buscan como llenarse las manos con más dinero. Los empresarios ocupan de fachada esta linda causa y la transformaron en una empresa con fines de lucro, un modo de ejemplo sería que la marca Hogar de Cristo está registrada en las oficinas del registro civil.
Nadie dice algo porque todavía se está ayudando a los pobres, es decir, la causa todavía no se pierde, así que continuemos con la fachada. Consideremos esto como dinero para propaganda, dinero para publicidad. Toda empresa destina recursos para ello. Pero el poder al que ha llegado el Hogar de Cristo ha provocado que muchas fundaciones deriven de ella.
Pero, en estos tiempos modernos, la derivación prácticamente es una clonación, por lo que todas estas fundaciones nuevas, verdaderas empresas en las cuales siempre su objetivo final no será el ayudar al más necesitado, sino el cómo se llenan más los bolsillos. Lamentablemente, estamos viviendo en un estilo de vida capitalista, en que el dinero lo es todo menos la felicidad, pero ese es otro tema. Así con tantas empresas que han derivado del Hogar de Cristo: “Un techo para Chile”, “Maria ayuda”, etc. Todas estas son fundaciones que han nacido de la mente de personas con buenas intenciones, pero que no tienen ningún poder sobre el dinero, donde siempre el espíritu de las empresas patrocinadoras termina corrompiendo las mentes humanas y terminan de ensuciar las buenas intenciones de estas organizaciones.
Pero las intenciones que tengan estas fundaciones dependen de la ideología imperante en la sociedad, esto es algo que más adelante tocaré en este ensayo.
-Las organizaciones Unidas: si estoy tocando el tema de la solidaridad, es un hecho que voy a hablar de la ONU, la organización solidaria más grande del mundo.
Pero ¿Qué es la ONU? La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es un organismo internacional, con sede en Nueva York, que se constituyó el 24 de octubre de 1945 por 51 países. Su principal objetivo era mantener la paz mediante la cooperación internacional y la seguridad colectiva (solidaridad).
Estos 51 estados han aceptado cumplir las obligaciones previstas en su carta, con el fin de regular sus diferencias y contribuir, al mismo tiempo, a su cooperación económica, social y cultural (solidaridad).
Funciones de la ONU: Arreglo pacífico de las diferencias: ante cualquier signo de diferencias o desacuerdos entre dos naciones, el consejo de seguridad puede actuar por iniciativa propia, o bien, por la petición de cualquier Estado. Dicho consejo puede optar por cualquiera de estas dos acciones: investigar sobre esas diferencias o invitar a ambos países a que solucionen sus problemas. En definitiva, se trata de un órgano que ejerce una función de arbitraje.
Acción en caso de amenaza contra la paz: el Consejo de Seguridad puede actuar ante cualquier situación de amenaza, ruptura o agresión contra la paz. En estos casos, hace recomendaciones o adopta decisiones para mantener la paz y la seguridad internacional.
Analizando este pequeño trozo de historia, me puedo dar cuenta que la ONU nació principalmente para evitar que conflictos como la segunda guerra mundial se repitan. ¡Que humilde causa! Evitar la guerra, suceso desastroso dentro de la humanidad, evitar las muertes y todo lo demás que una guerra trae consigo. Lo malo de esta organización es que es la más falsa de todas las que he nombrado, no cumple con su función de ayuda, a menos que les convenga a los cincuenta y un países que la conforman y llegar a una igualdad de opiniones es prácticamente imposible. Además, las decisiones que se toman, no son más de cuatro países los que las toman, siempre de acuerdo a sus intereses. Y como ya se sabe, por lo menos la mayoría lo sabe, el máximo interés es el dinero y ninguna decisión se tomará si es que afecta en alguna medida la economía de los cuatro grandes y por supuesto del más grande, Estados Unidos. Puedo citar numerosos casos en que la ONU ha tenido que obedecer las aspiraciones de estados unidos, en vez de cumplir con su función humanitaria. Casos como el de Kosovo, Haití, Medio Oriente y tantos otros que se ven en las noticias todos los días. Esto no es una iluminación propia, el descubrir los verdaderos intereses de la ONU, es lo mismo que todo lo bueno que termina corrompiéndose por el dinero.
Ahora analizare las formas en que se ha dado la solidaridad, con sus variantes según la época en que se desarrolle.
La solidaridad es algo muy antiguo, podría decir que está presente desde los orígenes de la vida es algo que no viene sólo con la naturaleza humana, mas bien, viene con la naturaleza animal. No quiero tomar el ejemplo de Adán y Eva como uno de los primeros casos de solidaridad, ya que no todos creen en Dios, pero que tantos ejemplos estén en la Biblia no es de casualidad. Para todos los que hemos tenido una formación católica, no necesariamente voluntaria, se nos ha enseñado que el principal objetivo de la religión es amar a Dios y que eso trae consigo amar a nuestro prójimo. Al amar a nuestro prójimo debemos ser solidarios con él porque Dios así nos lo dice, de hecho esto se repite muchas veces en distintos evangelios. Se nos dice “cumplan con mis disposiciones y de estos será el reino de los cielos”. Nuevamente se entra en la discusión de lo desinteresado del acto. Si somos católicos y ayudamos a alguien, no lo hacemos sinceramente por ayudar a la otra persona, lo hacemos para estar mejor con Dios. Aunque quiero ser lo más objetivo posible respecto al tema, no puedo evitar nombrar un ejemplo que podemos encontrar en la Biblia:
-El buen Samaritano: esta historia trata de que un individuo de Judea es asaltado y queda muy malherido. Por el camino van pasando distintos tipos de diferentes localidades que se hacían nombrar como hombres solidarios y ninguno de ellos quiso ayudar al viajero maltrecho, pero si lo hizo un hombre de Samaria, que no sólo le curó las heridas, sino que lo dejo en un hotel con todos los gastos pagados. Este es un ejemplo que siempre se nos dice cuando escuchamos alguna charla católica. Este es un modelo a seguir para todos los miembros de esta religión y para llegar al reino de los cielos.
Para continuar con la preciada objetividad, en la época clásica griega hubo muchos casos de solidaridad. Podemos encontrar a los grandes sofistas, a los grandes maestros, compartiendo sus conocimientos con todos los que quisieran escucharlos. Si eso no es ser solidario ¿Qué podría serlo? Es como si camináramos por Santiago y viéramos a un Maturana contándonos todos sus conocimientos de Biología, a una Isabel Allende diciéndonos todos sus secretos de literatura. Si eso pasara en nuestra época todos los noticiarios titularían “Grandes maestros solidarios”o algo por el estilo. Pero a los grandes maestros griegos poco les importaba el asunto de la solidaridad. Lo más seguro es que no querían que sus conocimientos se perdieran o que su genialidad no pudiera ser conocida. Era un ímpetu netamente personal y egoísta, quizás para llenar su propio ego o para llenar sus bolsillos de dinero (los sofistas cobraban).
Del periodo romano es muy poco lo que puedo hablar, pero podría decir que la solidaridad en esta época tuvo un vuelco notable, ya que durante esta época nace el cristianismo y todo lo que esta ideología trae consigo.
Durante la edad media también se dieron muchos casos, tal vez menos que en otras épocas, pero no por un decaimiento de la conciencia humana, sino porque no se tienen datos fehacientes de esa época. Hay que recordar que a esta época se le considera como la más oscura de los últimos dos mil años. Pero puedo citar a los monjes evangelizadores que no sólo llevaban la religión católica, sino que también tenían la cultura, así que nos ayudaron indirectamente a nosotros los modernos. Pero en este caso sólo porque mantuvieron viva la actividad cultural, ya que los monjes se refugiaban en conventos y era poco lo que salía de esos lugares. También podemos encontrar diferentes historias en los cantares de gesta, literatura común en esta época, pero como ya dije no son datos confiables. En los casos de los monjes pasa lo mismo, su influencia religiosa los hace ser solidarios de una forma interesada, de un estar bien con Dios y sobre todo en este período. La Edad Media es uno de los periodos de tiempo más supersticioso que ha habido por la falta de cultura y el poder de la iglesia católica.
En la época moderna ocurren muchos cambios en la sociedad. Renace la cultura, gracias al imperio Bizantino, se acaba la oscuridad de la Edad Media y los seres humanos comenzamos a pensar nuevamente. Ocurren las grandes revoluciones como la francesa, la americana y tantas otras. Aparece Napoleón en Europa, principalmente acabando con el poder de los reyes, para que así los más humildes lleguen al poder. Pero nuevamente tenemos una palabra clave “Poder”y esto es lo que arruina todas las buenas intenciones.
El que los reyes hayan mantenido tanto poder en sus manos y sobre todo en una época tan oscura como la edad media, que después pasaría a llamarse época moderna, hizo que los hombres tuvieran grandes deseos de poder para librarse de la opresión de estos déspotas llamados reyes. Pero al conseguir su objetivo, estos hombres llenaron sus corazones de este poder y lo único que buscaban era el cómo tener más. Es muy parecido a lo que hoy pasa con el dinero. El hilo que separa el poder y el dinero es muy delgado y todos lo sabemos.
Uno de los grandes pensamientos rescatables de esta época es el liberalismo que tendría grandes consecuencias para el periodo de tiempo que seguiría a la época moderna. Estoy hablando de la edad contemporánea.
Ya con la nueva estructuración de Europa, con un Estados Unidos más fuerte y un mundo que no sabe donde estar, se comienzan a gestar las grandes ideologías políticas, que mucho de solidaridad tienen. En Alemania, uno de los países con más cultura del mundo para mi gusto, se comienza a gestar el marxismo. Karl Marx consideraba que a los obreros se les trataba de forma injusta y que son ellos los que deben cambiar su situación. Nadie había pensado en ellos antes, por lo tanto, Marx está siendo muy solidario con los obreros. Les daba charlas para que ellos sintieran su condición de clase. Con su amigo Engels creían que los que deberían gobernar son los proletarios y que para esto necesitaban organizar luchas, revoluciones y quitarles medios de producción a los empresarios. Es una idea muy buena, pero que poco o nada tiene que ver con la solidaridad, mas bien con el deseo de poder de dos hombres y los medios necesarios para conseguirlo. Era pasar el poder de los ricos a los pobres.
Lenin y Trotsky tomaron esta idea para Rusia que estaba siendo gobernada por los zares, monarquía absolutista que no se interesaba por los problemas de la gente pobre. El objetivo de Lenin y su compañero era noble, pensar en los obreros y proletarios rusos. Pero pasa lo mismo que Marx, el deseo de poder lo controla y el poder es dinero.
Para que hablar de Joseph Stalin, él fue un claro ejemplo de esta ansia de poder, sólo que él lo llevo al extremo y fue solidario conmigo para explicar esta parte del ensayo.
Después de la segunda Guerra Mundial, el mundo quedó sometido a dos polos y estos dos poderes mantuvieron en un hilo al mundo durante la segunda mitad del siglo veinte. Si no se era de uno, automáticamente se era de otro sin ningún margen de error. Pero estas dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética eran muy solidarias con los países que se les unían. La U.R.S.S. con toda la orbita soviética, entre los principales Cuba y China. Estados Unidos con todos los países capitalistas, entre ellos Europa occidental y Sudamérica. Pero nuevamente todas las buenas intenciones, si es que las hubo, quedan en nada por el deseo de dinero y de poder de estas dos superpotencias, quizás de una batalla de dos súper-egos.
Ahora se vive una vida capitalista, el “American way of life”, en que el dinero lo es todo. Los ricos de cualquier país se pasean en sus lujosos autos y cuando tienen algún problema de conciencia le dan algunos millones a los pobres, una limosna. Sobre todo si estos millonarios son religiosos. En el otro extremo están los pobres, que aunque no tengan nada siempre se dice que son los más solidarios porque una moneda para los pobres no es lo mismo que para los ricos, esto es verídico. Pero los pobres lo hacen por una escasa cultura y una alta religiosidad, algo parecido a lo que se vivía en la Edad Media con la gente común de los feudos.
Haber tocado la solidaridad según las distintas épocas fue para que se dieran cuenta que no importa el periodo de tiempo o la situación que la humanidad este viviendo, simplemente no puede haber solidaridad, no está en nuestra naturaleza, no está en lo que es ser humano y todo esto se acentúa en una sociedad capitalista como la nuestra.
Para este punto deben pensar que soy una persona muy pesimista y con ninguna fe en la humanidad. Lo único que puedo preguntarme y espero que ustedes también es ¿Sirve ayudar? Obviamente que si, de hecho este seria un mundo mucho mejor si todos nos ayudáramos. Mi deseo en este ensayo no es que todos se transformen en unos pesimistas y que si antiguamente ayudaban o pertenecían a alguna fundación, dejen de hacerlo, pero si mi propósito es explicar que la palabra esta mal usada por todos nosotros. Nadie es solidario y nunca alguien podrá serlo, por lo menos no en nuestra época y no en esta raza humana. Pero no tiene nada de malo querer ayudar para satisfacer alguna necesidad propia, para que nos tengan cariño o mil razones más. Me parece una razón muy justa, si me hace feliz ¿Por qué no? Otras personas para llenar este vació, quizás buscan las drogas o tal vez otra cosa, no puedo saberlo todo, pero si no nos mintamos creyéndonos solidarios, no es necesario hacerlo. Eso es una de las cosas malas de una sociedad capitalista, todos somos tan falsos Pero lo falso también viene de nuestra condición humana, de nuestra constitución biológica.
Para mi forma de ver la vida está muy correcto el ayudar a la gente, en realidad me estoy ayudando a mi y yo me tengo mucho cariño, tal vez lo falso nunca se le quite a la gente y todos en algún momento creerán que son solidarios, de hecho la falsedad humana siempre estará, pero uno tiene que andar por la vida lo más feliz que se pueda y si ser falso a una persona lo llena de este sentimiento, yo no puedo hacer nada más que dejarlo ser.
"Dar es cumplir justicia. Dar, dar siempre, hasta que se nos caigan los brazos de cansancio. Cada vez que me doy así, sacrificando de lo mío, yo adquiero más valor, soy un ser más pleno. Me siento más feliz”. (Padre Alberto Hurtado)