23.2.06

Brain storming


Muchas cosas tiene que hacer el hombre, es decir, de eso se trata ser un humano. Podemos hacer cualquier cosa, dependiendo de cuales sean nuestras afinidades y aptitudes, pero, siempre debemos mantenernos ocupados. Con esto no me refiero a que todos debemos ser grandes cirujanos o grandes abogados, también se necesitan panaderos, peluqueros y hasta ladrones, obviamente se necesita de esta antigua profesión, una de las más antiguas que existen, Si no existiera, quizás no necesitaríamos de carabineros, pero si no hubiesen carabineros habrían más ladrones, bueno, un círculo vicioso y así con todo, si no hubiesen enfermos, no habrían médicos pero al no haberlos…

El punto es que los humanos sabemos mantenernos en un continuo quehacer, es ahí donde comienza mi historia. Los jóvenes siempre nos preguntamos que hacer con nuestra vida, sobre todo si tenemos una situación acomodada, la respuesta fácil sería quedarnos en casa toda nuestra vida y que nuestros padres nos mantengan, es su deber moral el hacerlo, pero, esa no es la idea. La idea es superar a nuestros padres, ser mejor que ellos, lo que resulta difícil si tienes unos padres geniales, pero da igual, el objetivo es intentarlo. Entonces yo, un joven en tiempo de largarme de la casa para empezar a ser yo, el individuo, y no el hijo de fulano de tal, comienzo a ordenar las ideas en mi cabeza, no son muchas, en realidad. Primero pienso en ser médico, una profesión muy bien pagada y respetada, pero esta todo el problema de los diez mil años en la universidad y todo eso, luego pienso en ser abogado, pero yo, el ser más insociable del mundo y sus alrededores no sabría que hacer como defensor. Realmente no se que hacer, hasta que un amigo me cuenta algo que le pasó al amigo de un primo de una tía bien lejana. Sabiendo esta historia podría ganar millones y más millones, tendría mi futuro asegurado.

Esta es la historia de Rodrigo y de Carolina, dos habitantes del planeta tierra, que jamás habrían soñado en conocerse, si no fuera por las extrañas circunstancias que ocurrieron esa fatídica noche. Voy a hablar algo de Rodrigo, joven acomodado, bastante acomodado, lo tenía todo en su vida, lo único que le faltaba era el amor, cosa que el no sabía, el creía que todos lo amaban a él, pero en realidad amaban a su dinero, cosa bastante triste, por lo demás. Sus padres eran bastante conservadores, militantes de ultraderecha, habían financiado el gobierno del general Augusto Pinochet. Siempre pasaban de viaje, por lo que, Rodrigo apenas conocía a sus padres. Siempre que Rodrigo tenía un problema, recurría a los libros, su única manera de escapar de su vida cotidiana. Por el otro lado está Carolina, joven de clase media baja, siempre ha vivido de las sobras. A diferencia de Rodrigo, a esta niña le ha faltado todo en su vida y nunca ha tenido nada de ella, sólo a sus padres.
Ellos pertenecían al MIR, por lo que, durante toda su vida a recibido una formación muy izquierdista. Odia con toda su alma a los de derecha y sobre todo a los niñitos que han tenido todo en su vida, un buen ejemplo, Rodrigo.
Como ya dije, ellos jamás habrían pensado en conocerse, por lo divergente de sus ideas y menos en enamorarse, pero lo hicieron. A Rodrigo le gustaba mucho leer, en realidad no tenia amigos verdaderos, sus únicos amigos eran los libros, sobre todo “El señor de los anillos”. Admirador fiel de Tolkien, ha leído todos sus libros y siempre ha soñado ser uno de los personajes de esas historias, realmente sería mucho más fácil ser Frodo, por lo menos alguien lo amaría, es decir nadie es más respetado que los personajes de las historias de Tolkien y el respeto hace el amor.
Esa noche algo andaba mal, andaba más triste de lo que todos en su casa estaban acostumbrados, por todos me refiero a su perro SAM y a su mayordomo Luis. Sus padres le habían avisado que no volverían hasta dentro de tres o cuatro meses. Hace dos años que nos lo veía, debido a esto la noticia lo quebró emocionalmente, uno nunca sabe cuanto quiere algo hasta que lo pierde, eso es algo muy cierto. Como era de costumbre, se sumergió en la lectura de Tolkien.

Despertó a las tres de la mañana, con el libro en el pecho, todo sucio y andrajoso, como no había comido fue a la cocina a tomarse un rico vaso de leche “Huesitos”. Pero grande fue su sorpresa cuando vio a SAM, no su perro, sino que el personaje de Tolkien, el hobbit gordo del señor de los anillos, estaba haciéndose unos huevos revueltos. SAM saludo a Rodrigo con un “¿Cómo está señor Rodrigo?”,
” Tenemos una misión”, Rodrigo no podía creerlo, seria un sueño, en realidad no le importaba, estaba en el mundo que siempre soñó, un mundo sin sus padres, un mundo donde podría encontrar el amor.

SAM le dice que deben dirigirse a” Minas Morgul" a encontrase con un tipo que les tenia un encargo, a un tal Dimitri. Rodrigo se preguntaba donde podría encontrarse aquel lugar, pero prefirió quedarse callado para no arruinar el sueño. Fue a la esquina de su casa a tomar micro con SAM, parecía que él sabia muy bien a donde ir, tomaron la 718, la que decía tierra media, entonces SAM le pegunto al chofer si pasaba por Minas Morgul y este le dijo que si, creo que SAM también le preguntó al conductor si los llevaba a los dos por 200 pesos, me dio mucha risa escuchar eso.

Entonces SAM le contó todas sus aventuras en la comarca, lo que Rodrigo sabía perfectamente, pero que escuchó con matemática concentración, es que estaba viendo a uno de sus ídolos.

Se bajaron en algo así como un barrio rojo, lleno de bares y prostíbulos, lugares que nunca se ven en nuestra ciudad. SAM empezó a saludar a una serie de chicas, por lo que, Rodrigo se dio cuenta que SAM era una especie de proxeneta, uno muy querido eso sí. Entonces llegaron a Minas Morgul, “al Minas Morgul", que para sorpresa de Rodrigo estaba bastante lejos de ser un lugar mágico, era un prostíbulo. En realidad pasaba mucha magia adentro, pero de otro tipo. Entraron entonces a esta especie de bar de mala muerte y ahí había toda clase de personajes épicos, estaba el curaito gracioso, el viejo verde, el esposo infeliz, etc. Todos los personajes célebres de salón.

Entonces SAM señaló a un misterioso personaje, en una esquina del bar, su nombre era Dimitri. Se acercaron a él y les respondió que los estaba esperando, que a Dimitri nadie lo hacía esperar o algo así, en realidad hace mucho tiempo que me contaron esta historia. Para seguir, Dimitri les dijo que les tenía un trabajito, algo así como un pago de deudas, que los clientes morosos ya lo tenían hastiado y que era tiempo de cobrar. Entonces tomaron otra micro para ir a cobrar.
En el trayecto al nuevo lugar Rodrigo se preguntaba si éste seria el verdadero SAM, algo así como el “behind the character”. Llegaron a los típicos block de población, un barrio muy malo, uno casi podía concordar con el odio que la gente de esos lugares siente hacia la gente acomodada. Llegaron hasta el departamento 80-c para hablar con un tal Gandalf, conocido en los barrios como “Gandalf, el blanco”, por su afición a la cocaína. Tocaron a la puerta y este curioso personaje les abrió y los invitó a pasar. Rodrigo y SAM tomaron asiento y SAM comenzó a hablar como una vil bazofia mafiosa, casi sacado de una película como el padrino. Le explicó a este caballero, que todas las deudas deben ser pagadas, que llegó el momento de pagar. Entonces sacó una especie de arma de su bolsillo y estaba dispuesto a usarla hasta que desde un pasillo del edificio se escuchó un fuerte ¡NO!.

Rodrigo miró y el ruido provenía de una niña hermosa, tenia pelo claro y unos ojos que hacían que todo lo claro se volviera oscuro, ¡que bonitos ojos tenia esa niña!. Rodrigo se volvió absolutamente loco, algo así como en las películas, cuando a los personajes que se enamoran les salen unos corazones en los ojos, esa es la perfecta imagen para describir la situación. Entonces Rodrigo procedió a impedir que SAM despachara al viejo señor, si esa hermosa niña no lo quería, no se iba a hacer.

Carolina era el nombre de la niña, por Dios que era hermosa. Era la hija de Gandalf y estaba enterada de los pasos de su padre, con la droga, con las prostitutas, con todo, pero él era lo único que ella tenía, su madre había muerto y bueno, padres son padres y aunque sean muy malos, uno tiene que quererlos y no es tanto que uno tenga que hacerlo, como por obligación, es que a uno le nace ese sentimiento. Muy bien lo sabía Rodrigo, si de sus 18 años con suerte había pasado la mitad de su vida acompañado de sus padres, atrapados en continuos viajes por el mundo, pero Rodrigo los quería igual, eso era una de las pocas cosas en común que tenían con Carolina, aparte de los gustos musicales aunque esto aún no lo sabia. Carolina de inmediato se dio cuenta de la clase social de Rodrigo, tampoco era muy difícil, si estaba ocupando ropa muy cara, o era eso o era un traficante de drogas y de eso no tenia pinta. Carolina recordó su odio hacia las clases pudientes de la sociedad, por lo que trató muy mal a Rodrigo, a pesar del hecho de que había sido el salvador de su padre, sus ideales políticos y económicos pudieron más que la gratitud, además tampoco se vio muy bien que Rodrigo estuviera acompañando al fastuoso de SAM, por todos conocidos como una escoria asesina.

Rodrigo quedo muy triste de no haberle caído bien a Carolina, sobre todo por algo que él no tenia bajo sus manos, él no tenía la culpa de tener una situación acomodada, eso era culpa de sus padres y tampoco era una culpa, cada ser ve lo que hace con los medios que posee.

Pero todavía estaba el problema de la deuda de Gandalf, ya que, aunque SAM era un asesino, sí le caía muy bien Rodrigo y como Rodrigo no quería ajusticiar a Gandalf, él tampoco quería hacerlo. Pero Dimitri no era alguien misericordioso, era bastante impaciente, por lo demás. Entonces SAM les explicó a todos que era la cabeza de Gandalf o la suya y aunque apreciaba bastante a Rodrigo, no se iba a dejar matar por un viejo drogadicto, Es ahí cuando a Rodrigo se le ocurrió que él podía pagar la deuda del padre de Carolina, que el tenía algo de dinero, algo así como quinientos mil pesos, que justamente coincidía con la deuda del viejo Gandalf. Entonces todos se dirigieron a la casa de Rodrigo.

Al bajarse de la micro, Rodrigo se dio cuenta de que nunca en su vida había viajado tanto en micro y todo en una noche. Eran algo así como las 5 de la mañana y Rodrigo estaba sacando el dinero de su pieza, mientras que los demás lo esperaban en la sala de estar. ¡Como le hervía la sangre a Carolina, como le hervía!. Estaba traicionando todos sus ideales, todo en lo que creía, estaba acudiendo a un cuico para poder salvarle la vida a su padre, lo que tienen que hacer los hijos algunas veces por sus padres y después los padres se golpean el pecho por lo mucho que ellos hacen por nosotros, esta situación hizo que odiara mucho más a la gente rica, que creen que dando un poco de su sucio dinero tienen todo saldado en la vida, para Carolina no era así y odiaba mucho a Rodrigo por su situación económica.

En su pieza Rodrigo se dio cuenta que quizás estaba enamorado de Carolina, todo lo que ella representaba, claro está que era muy bella, pero no era tanto por eso, porque él conocía a muchas mujeres hermosas, era su alma, su particular alma, lo bonito era que lo estaba sintiendo por primera vez, pero, él no se imaginaba el odio que le tenia Carolina, aunque el percibió cierta hostilidad de parte de ella, pero el asumió que era por el hecho de tratar de matar a su padre. Rodrigo volvió a la sala con el dinero y ya tenía claro sus sentimientos hacia carolina, por lo que antes de irse decidió contárselo en la cocina.

Rodrigo salió lamentándose de la cocina, ¿Para qué se apuró tanto?, me pregunto, si se lo dijo demasiado rápido, apenas la conocía y se lo soltó, además, a Carolina no le agradaba nada ese niño mimado, de hecho lo único que quería era alejarse cuanto antes de la casa.

Rodrigo le entregó el dinero a SAM, para que éste, terminara de amenazar la vida de su”suegro”. Tomaron otra micro. ¡Que manera de viajar y sólo con 100 pesos!
Llegaron al Minas Morgul para encontrarse nuevamente con Dimitri y saldar cuentas. Dimitri, como buen negociante que era, consideró que la deuda no estaba pagada del todo, faltaban los intereses y estos serían pagados con un nuevo encarguito. Debían ir a buscar un cargamento de drogas que estaría a las 7 de la mañana en Viña del Mar, la deuda quedaría saldada apenas le trajeran lo que él quería. Rodrigo estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ayudar a Carolina, lo que ella no podía tolerar, mi impresión es que a ella le estaba empezando a gustar Rodrigo y que no se lo podía perdonar. Carolina decidió ir a Viña del Mar con ellos, para no tener que deberle tanto a Rodrigo.
Fueron en el auto de SAM, que manera de gustarle las cumbias a ese hobbit. Esto para Rodrigo, un fan del metal se volvió bastante tedioso, pero tenía algo en que reconfortarse, la imagen de Carolina en el espejo retrovisor derecho del auto, era casi como si en la advertencia de los espejos saliera, ¡Cuidado! Las imágenes pueden salir más hermosas que de costumbre. Le pidió permiso a SAM para cambiar la radio, petición a la que este accedió. Rodrigo sintonizó una estación que él pensaba que era el único que la conocía, donde tocaban todo tipo de música que a él le gustaba, Metállica, Seven Witches, Rhapsody, Dream theater y muchos más. En ese momento tocaban” AS I AM”, de Dream Theater y colosal fue su sorpresa al ver los lindos labios de Carolina, moverse al ritmo de la música, a Carolina también le gustaba esa clase de música y de hecho ella también pensaba que era la única de gustos así, hay que recordar que creció en un ambiente rodeado de hip-hop.

Rodrigo estaba feliz de compartir algo con su amor, cosa que desagrado aún más la situación de Carolina. Ella no concebía el hecho de enamorarse de un cuico, cosa que estaba empezando a ser imposible de evitar. Les llevó una hora llegar a Viña, por lo que tuvieron que esperar un tiempo el encargo.

Llego un camión grande, casi sacado de un cuento. De él se bajaron dos individuos, Aragón, “el haragán” Pérez y el Lucho Luis Carrasco. Les entregaron las llaves del camión, no sin antes piropear de lo lindo a Carolina, hecho que Rodrigo respondió con inmediata hostilidad, era más que obvio que Rodrigo iba a recibir una paliza. Estaba siguiendo un amor imposible de alguien que tampoco quería recibirlo. Entonces, Rodrigo despertó en el trayecto a Santiago. Estuvo inconsciente casi media hora y despertó con un paño de agua en la cabeza que Carolina le había puesto, al parecer ella estaba empezando a ceder al amor que nunca pensó posible. Como todavía les quedaba otra media hora para llegar a Santiago, Rodrigo aprovechó este momento para hablarle a su amada, compartieron gustos y se dieron cuenta que al final, no eran tan diferentes, que lo único que los separaba eran sus clases sociales y el profundo resentimiento social de Carolina, no es que Rodrigo considerara un problema esto, pero, a Carolina le importaba, de hecho demasiado.

Era evidente que Rodrigo estaba profundamente enamorado de Carolina, fue un amor a primera vista, como me gustan esos amores, son quizás los más mágicos. Llegaron a Santiago quince minutos después de lo previsto y una hora más tarde al minas morgul, cosa que era un problema porque a Dimitri nadie lo hacía esperar. Carolina fue corriendo a entregarle las llaves del camión a ese mafioso, pero era demasiado tarde, Gandalf había fallecido y no precisamente a manos de Dimitri o de sus colaboradores, él murió bajo sus propias manos, de una sobredosis de cocaína. Carolina lloró a mares, era de esperarse, creo que ya explique eso del amor hacia los padres. No se si han vivido algo por el estilo, pero ver triste a la mujer que amas es algo que no podría ser catalogado como un momento kodak, es como si alguien agarrara nuestro corazón y lo ocupara para jugar un partido de tenis.

Carolina no supo nada más que hacer que tomar el arma que tenia SAM en su espalda y atacar a Dimitri, aunque él no tuvo que ver directamente con la muerte de su padre, era él quien lo preveía de drogas, era él quien la hizo infeliz, el que a final de cuentas había acabado con su vida, entonces, cuando ella se disponía a matar a Dimitri, un disparo…

Rodrigo tomó otra micro.

No podía llorar. Quería pero no le salían las lágrimas, el hecho de saber que su amada, la hermosa Carolina estaba muerta lo dejaba sin sentimientos. Maldita vida, ¿Por qué tenía que enamorarse de alguien que estaba destinada a vivir tan poco tiempo?, ¿Por qué la vida tenia que ser tan egoísta?. Se bajó lejos de su casa, ya que quería tiempo para pensar lejos de su hogar, quizás el hecho de compartir tiempo con Carolina lo hizo también odiar un poco la suerte de tener dinero, el hecho de también amar a sus padres, a sus lejanos padres, que no se interesan en nada de él. Tal vez, sentía un poco de envidia hacia Carolina, por lo menos, tuvo la oportunidad de armarse un juicio de su padre, por lo menos, lo tuvo con ella siempre, él no conocía a sus padres y verdaderamente no le interesaba desilusionarse aún más. Retomó nuevamente la lectura de Tolkien y se quedó dormido, otra vez.

Se despertó temprano, por lo menos lo supongo, ya que, vio la salida del sol, y su pieza ya no era la de antes, todavía tenía su libro, pero, todas sus pertenencias ya no estaban, su computador, su televisor pantalla plana y todas sus cosas lujosas, se hicieron humo. Se despertó preocupado porque pensó que había sido víctima de un robo express o algo por el estilo. Salió de su pieza y nada, too era distinto, de hecho, había mucho ruido en el lugar, mucho para ser su casa. Entró a la cocina y encontró a sus padres tomando desayuno en una pequeña, casi lastimosa, mesa. Los saludó con mucha felicidad, casi como si nos los hubiese visto en mucho tiempo, cosa que extrañó a sus padres, generalmente Rodrigo no demostraba mucho afecto. La verdad es que no los había visto en mucho tiempo, si sus padres habían estado en Europa por los últimos dos años. Entonces Rodrigo les preguntó porque habían vuelto tan pronto de Europa, lo que provocó una airada risa de sus padres, de hecho lo mas lejos que habían ido, fue una vez que fueron al cementerio general, a tomar “prestados” algunos de los arreglos florales para poder venderlos en el persa Bio-Bio.

En realidad, Rodrigo no entendía nada. Se preguntaba si Carolina había sido sólo un sueño, que dentro de su extrema pobreza, soñó que era un millonario que conocía el amor. Sueño o no, no podía olvidarlo, realmente no se lo podía permitir. Entonces agarró un pedazo de papel y se puso a dibujar la cara de Carolina, comenzó la oda a su amada.

Terminado el retrato de su amor, Rodrigo quiso salir a explorar su nueva vida, quizás alguna clase de Dios le había dado una nueva oportunidad. Salió de su departamento y era bastante parecido al de Carolina, mas bien, era el de Carolina, 80-c, no cabía duda que esto era muy raro, quizás su subconsciente le estaba jugando alguna clase de broma de mal gusto.

Iba caminando por las calles y veía toda clase de espectáculos, niños de doce años o menos, fumando marihuana o aspirando neopren, con razón Carolina era tan resentida social, miren donde vivió toda su vida. Siguió caminando y alguien lo paró. Ese alguien se llamaba Alfredo o Frodo como le decían sus amigos. Rodrigo no sabía que hacer, si realmente no lo conocía, eso creía él, pero junto con Frodo eran los mejores amigos y una de las pocas esperanzas de ese barrio de surgir. Los dos querían estudiar Medicina, cosa que era un sueño, pero nunca es malo soñar. Como Rodrigo se dio cuenta que eran muy buenos amigos , le contó todo lo que estaba pasando a Frodo, lo de su otra vida, la vida pudiente, la vida de lujos, la vida con Carolina. Frodo no hizo nada más que reírse por un momento, pero al ver la expresión de Rodrigo, pudo percatarse que hablaba en serio. Los dos se pusieron a discutir el tema y buscando en todas las teorías físicas posibles, analizando todo lo que el gran profesor Stephen Hawkins ha investigado, concluyeron que la solución al problema es que era nada más que un sueño, el mejor sueño de todos los tiempos, pero nada más que un sueño. Alfredo le dijo a su amigo que tirara para arriba, si el verdadero amor ya vendría. Rodrigo, como tenía mucha altura de miras, se guardó el papel con el retrato de Carolina en su bolsillo y continuó con su vida.

Iba volviendo a su casa cuando un grito lo asustó, parecía la voz de su madre, por lo que se fue corriendo a verla. Solo tristeza fue lo que pudo ver cuando llegó a su hogar, su casa había sido destruida y su padre había sido herido de bala. ¡Que mala suerte tiene Rodrigo!, no puede ser feliz en ninguna parte, pero no todo estaba perdido. La ambulancia había llegado a tiempo, pero el único problema es que su padre quedó en estado de altísima gravedad con muy poca probabilidad de vivir, la bala había perforado el riñón izquierdo de su padre y había provocado una infección. La única posibilidad de salvar a su progenitor era un transplante, pero esas operaciones son muy caras y su familia no tenía los medios para hacer esto posible, aparte, el hospital estaba pidiendo un cheque en garantía para hospitalizar a su padre. Era de noche y a su padre no le quedaba más que algunas horas de vida, pero una ventana de esperanza se abrió. Llego un señor con cara de mafioso y se sentó a su lado, le dijo que no lo conocía, pero que le gustaría hacer negocios con él, que estaba dispuesto a entregarle un cheque en garantía para su padre y costearle la operación, a cambio de un pequeño favor. Rodrigo le dijo que sí, de inmediato, uno tiene que hacer cualquier cosa por los padres, entonces este señor le explicó de que se trataba el trabajito. Rodrigo, junto a un grupo de hombres, deberían ir a una casa equis y robarse un cuadro.

Rodrigo estaba muy triste, tendría que robar por primera vez, pero él haría cualquier cosa por su padre, cualquier cosa, hasta dar su vida si fuese necesario. El trabajo sería realizado esa misma noche, ya que su padre no podría resistir otra noche más. Se despidió de su mamá diciéndole que todo iba a estar bien, que a su padre lo iban a operar y que él se iba a encargar de juntar el dinero, cosa que su madre no pudo asimilar debido a los calmantes que le habían puesto. Él sería el chofer del grupo y cuando su jefe le dio la dirección a la cual ir, no pudo dejar pasar la familiaridad que le causaba, no sabia el porqué.

Se extrañaba de viajar y que no fuera en micro, pero estaba concentrado en salvar a su padre y en esa concentración se le olvidaban las luces rojas, que iba acompañado en el auto, todo, de hecho se demoraron muy poco en llegar al objetivo. Que sorpresas nos trae la vida, si los sueños son cosas tan hermosas, una verdadera herramienta que si los humanos supiéramos utilizar, quizás estaríamos mejor de lo que estamos. Rodrigo quedó sorprendido al ver que la casa que tendría que robar, era la casa de sus sueños, era la casa de su vida millonaria. El equipo lo conformaban, él, y tres delincuentes de mala muerte, por lo que, tuvo que acompañarlos, él pensó que solo haría de chofer. Como la casa era tan grande, seguramente tenía un potente sistema de alarma y mucha seguridad, pero Rodrigo tuvo una intuición, así que ocupó todos los recuerdos que tenía de su sueño, puso la clave de la alarma que él pensaba que era y para sorpresa de todos, incluso de Rodrigo, la clave era la correcta. Siguiendo esta teoría, Rodrigo los llevo al interior de la casa sin ninguna dificultad, casi como si fuera el dueño de casa. A medida que pasaban por el interior de la casa, Rodrigo se iba acordando de todo, si la casa estaba completamente igual, salvo por diferentes adornos, algo más femeninos. Una vez en la cocina, llamaron a este misterioso señor, para saber que cuadro específico quería. Quería uno donde salía una hermosa joven, que lo importante era que no le pasará nada a ese cuadro.

La casa parecía vacía, no se escuchaba nada. A Rodrigo se le ocurrió donde podría estar el cuadro, en la sala grande donde sus padres colocaban todos los recuerdos de los países que visitaban. Y, siguiendo todas las concordancias de la noche, justamente estaba el cuadro donde decía Rodrigo. Pero grande fue su sorpresa cuando vio que la joven que salía en el cuadro, no era nadie más que Carolina, su amada Carolina, o sea, esos ojos no podían ser de nadie más, que egoísta con los demás, porque no compartía algo de su belleza con el resto del mundo. Pero que raro, quizás por una loca razón, se intercambiaron los papeles con Carolina, pero ¿Por qué?, si él en cualquier espacio-tiempo la iba a amar de la misma forma, con la misma fuerza, quizás este era un cambio para Carolina, si tan rudo final tuvo en la otra parte de la historia.

Tenía que averiguarlo, por lo que subió a la que era antes su pieza y claro, ahí estaba Carolina, durmiendo como una princesa, que gloriosa imagen, si me la imagino, se quedó ahí un rato, mientras los demás metían el cuadro en el auto, hasta que unos de los maleantes subió hasta la pieza de la joven con intenciones de violarla. Rodrigo no fue percibido por el maleante, así que cuando éste, iba a atacarla, Rodrigo le salto encima, golpeándolo hasta que lo dejó inconsciente. Los demás sintieron el ruido, por lo que, fueron a ayudar a su compañero, vieron a la joven, a Rodrigo y a su compañero tirado en un costado de la pieza, sacaron una pistola y cuando estaban preparados para terminar con la triste vida de Rodrigo, ella sacó un arma y les disparó a los dos. Carolina le salvó la vida a Rodrigo, no sin antes haber sido salvada por el joven.
De vuelta en el hospital todo estaba bien. Carolina, en un gesto amable, le había dado el dinero a Rodrigo para que su padre pudiera operarse y mantener su vida, aparte de no presentar cargos en su contra. Que felicidad sentía Rodrigo, su padre podría mejorarse, no tuvo que perpetuar robo alguno y lo mejor de todo era que tenía a su Carolina por fin, ¿Qué iban a decir sus amigos?. Carolina estaba esperando en un pasillo, con un cigarro en la mano, Rodrigo se acercó y le dijo que el cigarro hacia mal, que debería dejarlo, ella dijo que lo intentaría. Rodrigo pensó mil veces antes de decir lo próximo que le iba a decir, pero lo hizo de igual forma, le contó todo de su vida pasada, de cómo conocía su casa tan bien y por qué la conocía tanto a ella. Le dijo que la amaba, que nunca había sentido tanto amor por nadie y que no se podía dar el lujo de perderla, no otra vez. Carolina estaba impactada, nunca nadie se le había propuesto de esa manera, sobre todo alguien de ese estrato social. Carolina no hizo nada más que darle las gracias a Rodrigo, pero le dijo que nunca más la fuera a ver, que esa sería la última vez que se verían y que el amor que Rodrigo sentía por ella era sólo una ilusión, que su amor nunca podría ser.

No podía sentir tristeza, por lo menos, sabía que su Carolina era real, que no fue tan sólo un sueño y que todo era posible en la vida, después de lo que había pasado. Llevó a su mamá a su casa y él se dispuso a seguir leyendo algo de Tolkien.

Despertó nuevamente y todo era diferente, ya no tenía ropas viejas, pero tampoco tenía muchos lujos. Se despertó y vio una pequeña colección de Tolkien en su repisa y sintió el grito de su madre que lo regañaba porque nuevamente se quedaba dormido. Le dijo que tenía que irse al colegio, que estaba muy atrasado, que era como la décima vez que le pasaba esto. El no atinó a nada más que darle un gran beso a su madre y decirle que de inmediato se iba al colegio. Mientras se bañaba pensaba en todas las cosas que le habían pasado o si es que era cierto que le habían pasado, en realidad, Rodrigo no soñaba mucho, de hecho este o estos, eran los primeros sueños que él recordaba.

Antes de irse preguntó por su padre y su mamá le dijo que estaba trabajando, que lo habían llamado del trabajo urgente. Iba saliendo de su casa, cuando tocaron el timbre, como él iba en esa dirección aprovechó de ir a ver quien tocaba. ¿Pero quién más iba a ser?, ¡era Carolina!. No creo en alguien que abriera una puerta y recibiera a alguien con una sonrisa más grande, el hecho es que Carolina y su familia se habían cambiado a la casa de al lado y ella venía a saludar a sus nuevos vecinos. La coincidencia era también que los dos asistían al mismo colegio y que ella también estaba atrasada, así que aprovecharon de irse juntos al colegio.
Conversaron de muchas cosas, de cómo tenían un gusto de música muy parecido, que a los dos no les interesaba la política y que a los dos les gustaba Tolkien, de hecho, ella comentó que había tenido unos sueños muy raros con los personajes de las historias de este señor.

Rodrigo no quiso decirle su vivencia, pero metió su mano en sus bolsillos y encontró el dibujo que supuestamente había hecho en uno de sus sueños, el dibujo de Carolina. Lo abrió y ahí estaba, tan hermosa como en la vida real y se lo mostró a ella, ella estaba asombrada, pero ella también tenía un papel en su mano, era un retrato de Rodrigo.

Es increíble como nos cambia el amor, podemos ser unas personas muy seguras y muy decididas por nuestras ideas o convicciones, pero cuando esa persona ideal llega a nuestras vidas es un carnaval de felicidad en nuestro interior. Es por eso que cuando escuché esta historia me pude sentir en el lugar de Rodrigo, aunque no he encontrado el amor, sé que lo encontraré y que si esa persona ideal existe, entonces, tendrá que venir a mí y si no viene, yo haré todo lo que esté en mis manos para encontrarla.

¿Pero qué pasa si ese amor ya llego a mis manos? Tendría que ser la persona más bruta del mundo para no darme cuenta, pero lamentablemente lo soy. Lo más seguro es que este viviendo mis mejores momentos amorosos sin siquiera saberlo. Sería muy bueno que todos tuviéramos la oportunidad que se le dio a Rodrigo, para jugársela por su amor, por su amada Carolina, pero esto es la vida real, me imagino. Aunque si analizamos bien el momento de estar enamorados, si lo han vivido, es un momento mágico, es lo mejor o lo peor que nos puede pasar, entonces, podríamos compararlo con el mundo de los cuentos, por lo que creo, que no todo está perdido. No creo que despierte en otra realidad, pero quizás, este despertar, sea un despertar emocional, que me haga capaz de identificar a esa persona ideal, a mi media sandia, a mi medio melón.
No sé como de un tema de una interrogante, como ¿Qué hacer con mi vida?, llegué a tocar el tema del amor, quizás son dos temas que se complementan, ya que el hilo que separa el amor y el dinero es uno muy delgado ( hay personas que están enamoradas del dinero, otras que compran el amor), pero, ¿Cuál es más importante?. Es un tema totalmente subjetivo, dependiendo de que persona analice el tema, muchos dirán el amor, otros dirán el dinero, pero siempre lo verdadero y lo importante va a ser lo que cada uno piense del tema, para si mismo. No hay nada más verdadero que lo que se dice para uno, ¿Para qué mentirse?, no hay necesidad.

Lo importante es que uno esté feliz, que se llegue a un completo estado de felicidad, sea millonario o pobre, sea de derecha o de izquierda, desde mi punto de vista, yo le doy un voto al amor, sin ninguna clase de categorización.
El fin

Nota: cualquier parecido con otras historias, es producto de su descabellada imaginación.