27.3.10

Experimento social N°2.

¿Qué pasaría si a alguien le demuestran cariño en público? ¿Nos vamos a sentir bien por él o ella? ¿O la envidia va a dejar que aflore lo peor de nuestra humanidad? ¿Somos así de egoístas?

Siempre vi y escuché lo alegre que se sentían las mujeres cuando a otras les demostraban cariño, sobre todo en público. No digo de los hombres porque en mi grupo de amigos eso ya lo sabía y en realidad era bastante agradable cuando a un amigo le demostraban que lo querían y que se la jugaban por él, pero hasta ahí llegaba el amor, hasta el grupo de amigos. Las mujeres en cambio lo demostraban por una socia en su genero, simplemente eran las mujeres, apoyando a las mujeres. Cosa que no tiene nada de malo, por lo demás.

¿Cómo encontrar la respuesta?

Simplemente escribiendo algo muy bueno de alguien, en un medio público (son dos caras de lo mismo).

Escribí sobre una conocida, a quien quería, pero en realidad no de una manera romántica. Es difícil explicar que esto no era una amistad, debido a que no creo mucho en la amistad hombre-mujer, pero no era atracción física. Quizás, me atraía de una manera metafísica. Pero era suficiente para decirle al mundo lo genial que era. Y así, en el verano del 2005, lo hice en la zona de contacto. Las respuestas no se hicieron esperar (aunque no era la idea inicial) y lo curioso fue que las respuestas eran exclusivamente de mujeres. Escribiendo, sin anonimato, lo bacán de un hombre que escribiera eso, de que si era real y de que lindo el amor. Muchas se alegraban, muchas otras mostraban su envidia "sana" contactándose con el medio escrito para saber de este supuesto "escritor" y su espíritu de amor por alguien.

Tres años después, hice lo mismo, digamos, en un foro público, de un lugar común para mucha gente. Quería saber si la respuesta iba a ser la misma, si la "afortunada", en cuestión, iba a recibir el mismo apoyo, si era conocida por los emisores de los comentarios. Para sorpresa (o quizás no), la respuestas fueron distintas. Insultos hacia la chica en cuestión, insultos fuertes, envidia "poco sana" y anonimato. Nadie trató de contactar al supuesto escritor de un amor envidiable, sino que más que juzgado, fue olvidado dentro de la lluvia de insultos hacia la chica en cuestión. ¿ Y para sorpresa quién buscó al escritor? La chica en cuestión, porque se había "enamorado", de quien pensara así de ella.
Sería injusto de mi parte concluir que esos mensajes fueron respuestas de mujeres, poco felices por su compañera o amiga. Sería machista de mi parte no decir que quizás fueron hombres, que simplemente no creían en el amor. Lo que sí puedo concluir, que dentro de la cobardía del anonimato, se esconden nuestros deseos escondidos y nuestra real naturaleza. ¿Qué tanto queremos que al resto le vaya bien? ¿Hasta que ese bien es mejor que a nosotros? ¿Hasta ahí termina, ahí se acaba?