15.1.09

¡Trata bien a tu sicólogo!

La verdad siento que debo confesar un pecado. Trato pésimo a mi sicólogo. Sí, no se ha generado la confianza que tenía con el anterior, pero debería darle un dejo de oportunidad, dado que cobra menos. Pero no. Siento que es como una polola que trato mal, claro está, a una que no le doy besos y que no es mujer (tal vez no es la mejor comparación). Pero si tratara mal a una mujer alguna vez, sería como trato a mi sicólogo, es casi del libro del tipo conchasumadre. Ella me llamaría, no le contestaría. A la vigésimo séptima llamada contestaría diciendo ¿Sí? Como si no supiese que me había estado llamando. "Hola Salado, ¿Cómo has estado?" "Bien" (sin un falso ¿Y tú? de acompañante). Hablaríamos un poco más, hasta el momento culmine, "Adiós". Así, son mis diálogos sicológicos. ¿Para que me llama? Pregunto yo. ¿Para que vas a sicólogo? Preguntaran uds. Y la verdad, no lo sé, quizás de estúpido, quizás por la misma razón que troto, sin necesitar hacer ejercicio. O por la misma razón que la gente hace Pilates. La verdad, que para pololear y tratar mal a mi pareja, para eso, no pololeo. Cierto. Lo mismo con el sicólogo. Pero hay algo en tratar mal a la gente, es como rico. Pero no tratarlas mal y que se sientan mal, perse, sino que queden ¿Acaso seré yo? ¿Es mi problema? Y si dejas a tu sicólogo así, date por superado. ¿Y si lo logras con una polola? Gánate mi aplauso.