3.1.09

La vida es irónica 3.

Hay ciertos títulos que se repiten. Es que insisto, la vida es cíclica. Pero la verdad, nunca pensé que me encontraría donde estoy. Soy un vil hombre cualquiera, como todos. Lo que siempre he criticado, yo lo he hecho y por eso me siento apenado. Sé que con mi sicólogo siempre hablamos de esto, lo de aprovechar las oportunidades y saber tomarlas, pero nunca pensamos en casos particulares, en que el tomarlas, tal vez heriría ciertas sensibilidades.
Yo, siempre he buscado una mejor amiga. ¿Por qué? No tengo la menor idea porque la necesito, porque encuentro entretenida y bonita la idea, pero simplemente es. Nunca la he encontrado, en teoría, pero nunca pensé que siempre tuve a la candidata perfecta, pero que simplemente, yo había sido hombre para mis cosas o simplemente, un vaca. Es cierto, tal vez cuando la conocí, tenía mil cosas en la cabeza. Tanto, que al final resulté estando con una mujer totalmente diferente a la que ocupaba mis sueños y por la que me aproblemé y perdí a la susodicha, en cuestión. Pero también es muy cierto que al mes de pololeo, ya me había dado cuenta de mi error. Era el poder conversar con ella y reírme, que se riera de mis tonteras y simplemente tener un "feeling" mutuo. Si eso no es amistad, no sé lo que es. No sé lo que es, pero las pocas veces que he estado junto a ella, me siento completo. Sé que es un asco escribir algo así ahora, después de tanto tiempo, pero insisto, me gusta siempre ir con la verdad. Aunque sea tan indirectamente como escribir un cuento, que supuestamente es ficticio. Teniendo noción del error que fue iniciar relación con una mujer extraña y perder todo contacto con alguien tan cercana, no podía llegar y volver a antes. Yo me merecía su odio, no podía volver con la cola entre las piernas y gritar a los cuatro vientos "Ahora sí pues". No, no iba a ser así. Y entre relación y relación pasaron los años. Hasta ahora. Tres veces la he visto este año, pero como me gustaría que hubiesen sido mil. No sé lo que siento y la verdad,, podría echarle la culpa al estado etílico que me tiene escribiendo esto, a esta hora. Pero no, todos le echan la culpa al alcohol, todos hacen vista ciega, nada pasó. Yo no puedo. Algo pasó. Yo lo sentí y creo, creo que siempre lo he sentido. No sé si es amor de pareja. Pero es un cariño gigante. Es una cercanía casi, insana. Dado que no somos amigos, al menos no como me gustaría. ¿Para que trato de darle un beso? Es cierto, hoy, me sentí muy atraído. Pero las secuelas de mis acciones, nuevamente y es casi claro, me traerán la desidia de su parte. Lo más probable es que no la vea ni sepa de ella, en meses. Y todo, porque no supe separar un ataque de ansiedad dentro de una discoteque, de otra cosa. Es casi como que ella es la kriptonita de mis buenas intenciones. No sé porque con ella, no resultan naturalmente, si la quiero. Sé que arrepentirse no vale la pena, lo tengo claro. Pero si todo pudiera ser distinto. ¿Cuántas horas de películas, podría ver junto a ella en mi sillón? Para luego decirle, oye, ya está amaneciendo, mejor te voy a dejar a tu casa. Y que nada más, que el cántico de los pajarillos, sea nuestra compañía. Y aún a esas horas, siga haciéndola reír.