2.11.08

Vuelta al día en 80 mundos.

Lo peor de pensar más rápido que el resto, es que uno piensa mucha tontera, entre medio. Hay mucho comercial. La verdad es que no sé como controlar el querer volver a conversar con mi primer amor a querer salvar al mundo descubriendo la cura para el VIH, a querer conquistar a todas las modelos del salón del automovil, a querer subirle el ánimo a una mujer que no me quiere y bueno, yo tampoco, pero que prefiero que esté bien. De pasar de odiar a amar a mi papá en una hora, de querer irme a la cresta un rato largo a volver y seguir estudiando, para así saber más y volver a lo de salvar al mundo. De despertarme con pena, porque sí y ahora estar defecándome de la risa. De pensar que era la persona más deleznable a encontrarle ciertas cosas rescatables. De querer tener 17 hijos y una familia conservadora, a querer terminar la carrera rápido, meterme al seminario y no pasar por el delirio que es enamorarse. De abandonar mis sueños y ambiciones a ser el tipo más soñador y egoísta que existe. Pero siempre seguir amándome.