2.11.08

Ella tenía algo.

Pensar que han pasado 4 años y medio. Es demasiado tiempo para alguien semi joven, básicamente el 25 % de una vida, no deja de ser harto. Y ahora la recuerdo, ahora. Ahora recién me doy cuenta que era todo lo que quería, todo. Que de las 1017 cosas que busco en una mujer, ella tenia 1018, rica, bonita e inteligente. Su cara era perfecta, sus facciones europeas mezcladas con otra cosa, que todavía no se con que, pero no era mestiza. Sus ojos verdes, demonios, sus ojos verdes. Pensar que podría perder la memoria y no olvidar esos ojos. Esos redondo y hermosos ojos, dignos de ser llamados una de las maravillas del mundo y no tengo que ser romántico para admitirlo, sólo ser realista. Su cuerpo, genial, pero no de modelo, eso lo hacía más delicioso. Perfecto en su imperfección y eso le daba algo, ella tenía algo. Era culta, como pocas, quizás como ella. No me refiero a que odiaba el reggetton, simplemente. No, era de ir a cafés en el centro y recitarte el poema no famoso de Neruda, al ritmo de una canción desconocida de Nirvana. Claramente, era de izquierda, pero eso aumentaba su algo, a pesar de que yo, conservador hasta la punta de la lengua, voy en contra de todo eso. Ella sería la razón de la expulsion del partido conservador de Transilvania (yo y Drácula lo formamos). Y me daría lo mismo, esto iba más allá de la política. Su inteligencia, que opacaba a la mía. Su inteligencia, que no iba acompañada de egolatría, como la mía. No sé porque cuando escucho las canciones de Fito Paez, la recuerdo a ella. Que la combinación de marihuana, alcohol y pastillas, todas musas de Fito, me la recuerdan, no con asco ni con decepción, sino que con Nostalgia. Ahora que lo pienso, por ella, habría fumado marihuana, con moderación claro. Pero si, ella tenía ese algo, pero a la vez tenía todo lo malo. Era como si abarcara un todo, dentro de características malas y buenas, en mi límbico. Yo claro, me quedo con las buenas. Aunque cualquier de estos días y de aquellos días, habría tenido una sobredosis con ella, abrazados, tirados en alguna esquina. Habría tenido una sobredosis, de ella. Y no, no era el amor de mi vida.