Cuando no tienes el amor, lo echas de menos, cuando tienes el amor echas de menos lesear. Pero yo no sabía está segunda parte, al menos nunca había pensado a si de mí, que simplemente era un humano cualquier, un simple mortal. Y lo soy. Que antes de estar en una relación seria se me ofreció tener algo liviano, con alguien supuestamente liviana y yo lo rechazé. ¿ Por qué ? Por amar, que estúpido fui. Si los seres humanos no podemos amar, no de tomo y lomo al menos. No de pero grullo. No textual a la definición. Y pensar que ahora echo de menos a esa desgraciada. Al menos era divertida. No la iba a querer nunca y no era por su culpa, sino que por mi. Simplemente genéticamente mi cerebro está destinado a apreciar a otro tipo de mujeres, ya que busca este formar una familia, este ser responsable, este poder presentarla en la casa. Pero egoístamente, otro lado de mi cerebro, la busca, en el fondo la comparo como usar parte de mi mesada para comprarme un comic y no para ayudar a un indigente. Caro, inútil, pero entretenido y para mí. Ella no era cara de valor en la bolsa, sino que caro para mis aspiraciones políticas y sociales como ermitaño. Y eso fue estúpido. Y lo más tonto fue alejarla por amor, hacer que me odiara por su bien. Y yo ahora alego por mí. ¿Quién soy yo? ¿Acaso puedo arrojar la primera piedra? Bueno si fuera a mí, claro que puedo. Pero no he adquirido la habilidad de lanzar la roca, correr muy rápido y que me llegué de frente. Siempre me gana la roca, maldita sea.
Ella no era para presentársela a mis padres, pero era para juntarse y discutir lo estúpida que es la vida, entretenerse y ser ligero. Que al final es lo que te lleva al camino de la felicidad. Si siendo complicado y profundo, lo únio que obtienes es complicarte de manera que la inquietud tiende a infinito, se divide por 0 y sería. Ella era la puerta B, la opción a amar. Don francisco estaba ahí diciendo "Puerta a, ama o Puerta b, diviertete" Y tomé la puerta a, todavía no me lo creo.
Para finalizar Arjona ansiaba tanto e esa canción hacer el amor porque lo único que había hecho era tener sexo. Bueno, que envidia. Yo puedo decir que he hecho el amor mil veces, pero nunca he tenido sexo. Y demonios, quiero la puerta b, ¡ahora!.