1- No retrasar la agonía por más de lo necesario. Llamando necesario al momento en que ya no quieres estar con esa persona. Si te molesta cuando el doctor te cita a las 10 y te llama a la consulta a la 1, bueno, no le hagas lo mismo a tu pololo, es lo mínimo.
2- No le digas te amo como respuesta al te amo de tu pololo, si es que de verdad no lo sientes. Puede (si es un lunático claro) pensar que lo amas de verdad. Si crees que decir que lo amas como amigo es una buena defensa en tu caso, mejor omite comentario. Es como estar en un juicio por homicidio y si te preguntan ¿Ud. Mato a la víctima? Y tú respondieras, “no, fue la pistola”.
3- No proponerle a tu pololo, ahora ex, que se fueran a vivir juntos, que es el momento, que sería muy romántico. Que a pesar de todos sus esfuerzos, no puedan, ya que no es de él la casa, pero que igual, en tu ayuda, logre conseguir que te quedes una semana y media, para que 2 días después termines con él. Eso, no es de buen gusto.
4- No te enojes si él te dice que cuando él se vaya de la casa de sus padres, quiere vivir solo un tiempo. No le argumentes que está siendo egoísta, que deberían vivir juntos altiro y que comparten los gastos de la casa y que todo va a estar muy bien.
5- No te comprometas a futuro, si es que nadie te lo está exigiendo o en su defecto, ofreciendo primero. Nadie te va a dejar de querer o de amar si a los 12 meses de pololeo no te quieres casar y tener los 12 hijos de tu pololo. No l digas que si está relación no tiene el fin último de casarse, terminamos y tampoco le digas al pasar por las afueras de una hermosa casa con un naranjo en el patio, “oye, yo quiero que nuestra casa sea así”.
6- No abuses del “Haría cualquier cosa por ti “de tu pololo, pidiéndole que te vaya a buscar a 1000 kms. de distancia, que te cociné tu comida preferida o que te vaya a dejar a los 5 de la mañana a tu lugar de trabajo. Él lo va a hacer, sin duda, porque te ama. Pero si tú no lo amas, no eres mejor que las mujeres que se casan por dinero o que Hitler (tal vez él era así con su mujer).
7- No lo lleves a la junta de pololos de tu familia y por sobre todas las cosas, no lo hagas pasar por la humillación de que, aún siendo él tímido, toda tu familia le haga preguntas y cuando preguntes por sus intenciones y el responda “me quiero casar con ella”, tú no digas “yo también, con cara de felicidad”. Deberías decir “El es el iluso que se quiere casar, yo no” Sería cruel, pero practico y verdadero.
8- No compares tus sentimientos con los que sentiste hacia un ex pololo. Sobre todo si el susodicho te engaño, terminó contigo, volvió a estar contigo mientras estaba pololiando con otra y te coqueteó y abusó de tu casa por varios años sin siquiera una vez pedirte disculpas por haberte engañado o porque te enteraste por un juego de copas en un carrete x. Sobre todo también si fue un pololeo de 2 meses comparado con uno de 2 años. Tal vez sientes lo mismo por los dos, tal vez tú ahora último x pololo significo tanto como los otros 8 o tan poco. Pero dale algún beneficio al pobre hombre.
9- Si el te pregunta, ahogándose en lágrimas (lágrimas de sangre, varoniles) ¿En cuánto tiempo crees tú que te vas a poner a pololear de nuevo?, por favor, te lo pido, no le respondas “Puede que sea mañana, si es que conozco al amor de mi vida”. Es cierto, es una probabilidad y estadísticamente estarías diciendo la verdad, pero es como muy verdadera y muy evaluable ante los ojos subjetivos de, ahora tu muy triste ex pololo. Yo, si fuera médico y legara un paciente con un resfrió no le diría “Sabe, Ud. tiene un simple resfrió, pero cabe la posibilidad de que muera mañana de una forma terrible. No es lo más común, pasa en el 0,000000000000000000000001% de los resfríos cada 100 años y si es que coincide con un eclipse, pero puede pasar. Es estadísticamente relevante”.
10- Si es que alguna vez realmente lo amaste, toma en cuenta sus sentimientos. Él te sigue amando, ha pasado tan sólo una miserable semana, de hecho menos. No dejes de hablarle como si hubiese tratado de violarte y matar a tu familia y que eso fuera el detonante de su quiebre. Relaciónate con él como si tú fueras la que dejó de quererlo, a pesar de sus esfuerzos, que fue un tema de destino y que nada se puede hacer con la química. Esa es la explicación de porque grandes mujeres salen con imbéciles y viceversa (no me refiero a grandes imbéciles que salen con mujeres, sino a que, bueno, se capta).