3.7.06

Abejas


Siempre me he preguntado que motiva a las abejas, en realidad no siempre, solo hoy en la tarde. Todo esto motivado por un doble ataque que sufrí el fin de semana, uno el día Viernes y otro el día Sábado. Estos dos perpretados por una mariposa asesina, casi mandada por alguna entidad insecta más inteligente que el resto, en función de eliminarme. Pero unas horas a veces pueden parecer una eternidad. Que las motiva a continuar con su vida día a día. Es decir, van de flor en flor, polinizando alegres por la vida. Y en realidad el proceso de polinizaje no parece algo tan complejo, pero para ellas debe ser algo muy extenuante. Pero sobre todo, y esto para las abejas normales, no las anormales chaquetas amarillas, me he preguntado el porque de atacar a seres humanos, si saben que morirán después de realizado tan noble acto. Aparte tiene que ser una muerte súper dolorosa, es decir, se les sale todo su abdomen. No es que llegue una abeja enfermera y les diga “Eeee acá traigo su inyección letal, señora abeja. Indolora y de hecho tiene sabor a chocolate” ¿Qué motivará a las abejas? Para que ataquen a los humanos. Tiene que ser un gran rencor. Al menos ese sería mi motivo si fuese a atacar a alguien, perdiendo mi vida y sin siquiera tener una victoria. Una victoria más digna que un piquete, dolor por unos segundos.
Analizar este cambio es algo complejo, las abejas jamás me van a saber comunicar su odio. Entonces analizar que motiva el cambio entre una apacigüedad envidiable a una ira inconmensurable se hace algo imposible. A menos que lo analice en humanos, pero no pensamos igual. Y aunque así fuese, que llegáramos a alcanzar la gran inteligencia de las abejas, siempre está el tema de la maldad innata en los seres humanos. Es que jamás alcanzaremos esa paz interna de las abejas, casi budista. Aún así, no me imagino al Dalai Lama polinizando flores. Al menos no es una imagen que se me venga a la cabeza, eso ya sería estar muy volado.