Sigo insistiendo que la idea de este espacio no es alegar, sino que filosofar sobre la vida. Sobre todo si estamos finalizando el año. Pero no puedo dejar escapar la oportunidad para expresar un sentimiento, que puede ser pasajero, pero que merece ser expresado.
¡Eres una idiota! Así de simple y por segunda vez en casi 3 años de blog, abandono mi particular caballerismo. Se han fijado cuando uno conoce a alguien y se pregunta ¿Por qué estará tan sola o solo, si es tan buen/a persona, si es tan simpático? Y uno empieza a filosofar sobre la vida y lo extraño que es el destino, casi como obra de los extraterrestres. Pero como todo en la vida hay casos, que la soledad, los pocos amigos y quizás, la soledad y el rechazo, está totalmente justificado. Puede sonar duro, lo sé. Pero es una realidad. Yo sé que ella lee esto y ojalá no lo tome como un insulto, sino como una posibilidad de cambio. ¿Por qué? Porque sino, ni sus gatos la van a aguantar en su eterna soltería, que es algo, casi inevitable a este punto. Por ejemplo, yo sé que soy muy desagradable, pero de una forma graciosa, a lo HOUSE, pero de una forma menos coja. Entonces socialmente, soy aceptado (al menos eso creo). Pero tú, ella, simplemente eres, es, desagradable y nada más. Es como comer tallarines sin sal y sin crema, sin acompañamiento. Resulta fome. Bueno, ahora imagina esos mismos tallarines, pero que te causan indigestión. Esa es ella o tú, como lo quieras tomar. No puedo creer que alguna vez te consideré con el potencial de ser como Rory, no puedo creer que malgasté mi tiempo tratando de ayudarte. Es casi como la maldición "Rory Gilmore". Parecen las más tranquilas, las ideales para ser amigas, decentes como personas, pero resultan ser las peores, casi como no asimilando y no aceptando su condición de "malas personas" o simplemente "idiotas". Pero como todo en la vida, hay tiempo de cambio, aunque quizás, creo, no quieras cambiar. Mi único consejo, no no, mi último consejo. Empieza a criar caracoles. No vaya a ser, que mientras duermes, un gato toma la decisión sabia y acaba con tu triste vida, a la edad de 85. ¿Muy cruel? Bueno, no vaya a ser que el gato acabe con su propia vida, no aguantando más, tu "exquisita" personalidad.
